Tormenta y Trueno [ LIBRO 2 ]

⚡Capítulo 31: Di mi nombre

Adam sigue hospitalizado y quien esta en su puesto es más despreocupado, ni siquiera tenemos las reuniones porque según Joel no tiene tiempo, pero se marcha tempranísimo. Por lo que sé habrá una licitación, al menos eso me comento Max, Minera LAYER, no sé si aquí habrán avanzado algo, incluso a mi me desespera que no ganen nada, aunque se lo merecen, suena mi celular y creo que llame a Adam con el pensamiento.

— Hola — digo.

— Emma, lamento molestarte — dice — pero tengo un problema, Joel no se maneja muy bien en mi puesto, me gustaría pedirte ayuda, seria con bono.

— ¿Qué necesitas?

— Se abrió una licitación, Minera LAYER, necesito que la prepares — sabía que no tenían nada... — no podemos perder contra MAEX RIC, eso nos dejaría muy abajo y a ellos liderando todo, debemos ganarlo, yo preparé algo, te lo enviaré para que lo mejores.

— Bueno — respondo — pero espero un gran bono — se ríe.

   Pensar en que competiré directamente con Max me encanta, ya que aunque tenga encargados en cada área, le encanta ver a él las licitaciones, ya que sabe mejor que nadie que puede ofrecer y yo también, ¡ay! ahora estoy traicionándolo a él, soy una gran traidora, pero lo estoy disfrutando.

   Recibo el correo de lo que realizó Adam en su licitación y no haré comentarios al respecto porque con decir que es pésima es suficiente, miro la hora y ya debo irme.

   Subo al auto de Max y sonrío, maldición, soy pésima ocultando cosas, el entrecierra un poco sus ojos, comienza a sonreír y yo a reír contangiándolo.

— ¿De que te ríes? — pregunto.

— Tu te ríes, es inevitable que no me contagies, ¿Cómo te fue hoy?

— Adivina quien debe preparar la licitación de LAYER — abre la boca.

— ¿Me vas a traicionar? — ambos reímos.

— No, solo usaré mis cartas — sonríe — y vas a perder — se ríe.

— Eso está por verse mi amor, la tengo casi lista.

— Eso no significa nada, sé que puedo hacerlo mejor — sonríe.

— Que gane el mejor.

— Así será — afirmo.

   Al llegar a casa me voy directo a la habitación y comienzo la licitación, Max entra, me mira y sonríe, se quita su chaqueta y corbata, quedando con su camisa, se sube un poco las mangas y se desabrocha dos botones, definitivamente amo verlo justo así, a tal punto que me desconcentra por completo.

— No quieras desconcentrarme — comento y explota en risas — hoy no dormirás aquí.

— Nena no puedes correrme.