─Permíteme presentarme ─dijo la chica haciendo una reverencia al tiempo que se levantaba el vestido como una maid─. Mi nombre es Arola Minoris do Riceo. Soy la segunda princesa Imperial del Reino de Nursa. Fui yo quien te invocó a este mundo.
─¿Qué?
¿O sea que llegué a este mundo por culpa de esta morra?
─Eso confirma que eres un Niño Perdido ─comentó Koyara─. Por eso hay muchas cosas que no sabes.
─¿Qué es eso de Niño Perdido? ─pregunté.
─Se les conoce así a todos los que cruzan de otros mundos al nuestro ─respondió Minoris─. Sin importar la manera en cómo llegaron a este mundo, a todos los llamamos así, aunque no sean precisamente niños.
─¿Entonces, tú me invocaste?
─Así es ─respondió─. Eso fue hace cinco meses, pero cometí un error de cálculo y por eso terminaste acá. Me tomó cinco meses encontrarte y venir por ti.
─¿Y por qué me trajiste a este mundo? ─pregunté─. Más bien, ¿Por qué específicamente me invocaste a mí?
─Necesito un héroe ─Minoris se puso seria─. Mi reino, el reino de Nursa, está bajo la amenaza de un Rey Demonio que despertará en poco tiempo, y necesito que me ayudes a detenerlo.
Quedé en blanco. ¿Un Rey Demonio? ¿Como en los animes?
No, espera, ¿De verdad esta princesa cree que puedo vencer a alguien así?
─Un momento ─intervino Koyara─. ¿Lo invocaste solo para eso?
─¿Qué quieres decir?
─Una parte de mí sentía que era un héroe porque creía que era un Niño Perdido ─respondió─. Pero pensé que lucharía contra los Savants.
─Pues ya vimos que no lo hace tan bien ─comentó Valeriano.
─Porque te falta entrenamiento ─respondió Minoris─. De nada sirve controlar un poder tan grande como el que tienes si no sabes cómo usarlo. Te llevaré conmigo y te entrenaremos para que puedas cumplir con tu misión. Puede que después nos enfrentemos a los Savants pero por ahora mi prioridad es derrotar al Rey Demonio.
─Oye ─cuestionó Koyara después de pensar un poco─. ¿Puedo ir contigo?
─¿Eh?
─Tengo algunos asuntos pendientes allá.
─Espera ─la detuvo Ataulfo─. Aun no estás lista.
─También quiero entrenar contigo ─Koyara ignoró a su compañero y continúo hablando.
─Sí ─Minoris sonrió─ Me contaron un poco sobre tu situación, ¿tú no eres de esta isla cierto?
─Yo nací en el reino de Komarila ─respondió─. Quisiera entrenar para enfrentarme a los Savants y... vengarme.
─¿Vengarse?
Aunque fue difícil, Koyara finalmente nos contó su historia. Ella era originaria de aquel reino y los Savants un día llegaron a devastar su aldea. No sabemos exactamente la razón, pero los Savants cazan a todos los majis, es decir, a todos los que usan el telesma. Mataron a sus padres, a Koyara la enviaron a esta isla para que estuviera segura y su hermana mayor se quedó ahí para luchar contra los villanos. Con el tiempo su hermana organizó una resistencia contra los Savants que todavía está por ahí peleando. De todos modos, Koyara no estaba conforme con ello y quería regresar para combatir al lado de su hermana, por eso entrenaba solita todos los días, pero no sabía ni madres y por eso se lastimaba a sí misma.
ESTÁS LEYENDO
Qualia (o la Decepcionante Realidad del Género Isekai)
FantastikUn chico típico, de un barrio típico, envuelto en una aventura no tan típica. 4 años después de haber conocido a la brujita Larissa, nadie espera nada de Brayan, ni él mismo. Pero, inesperadamente y de un momento a otro aparece en una isla remota d...