I - Esqueria

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Alexander sentía la brisa suave del rio pasar por su cabello y desordenarlo más de lo que ya estaba, la antorcha que los guiaba estaba parpadeando ligeramente. No por nada el general que lo acompañaba le había advertido del mal clima. Pero no era posible posponer su reunión, debía continuar.... Derepente, sintió un ligero traqueteo en el bote, esto lo alertó y buscó llamar la atención de sus acompañantes sin éxito, el viento se tornaba más pesado de lo normal y al parecer todos no podían mantener el equilibrio.

— SOSTENGANSE!

Logra gritar antes de que una ola combinada con el viento que los golpeaba voltease el bote hundiendolos en las heladas aguas del rio Hudson. Alexander siente el agua entrar en sus pulmones por lo que, en un intento desesperado por sobrevivir, cierra la boca muy contrario a su instinto. Trata de nadar a la superficie extrañamente iluminada, supuso por un momento que era un rayo y que la lluvia comenzaba, pero en lugar de ello, cuando salió notó la luz radiante del sol en la cara, tuvo que cerrar los ojos manteniendo sus brazos moviéndose para no hundirse. Una vez sus ojos se acostumbraron a la luz solar, buscó con la mirada algún indicio de sus hombres, del general o siquiera del bote... No halló ninguno, sin embargo, a lo lejos vio una extraña figura, como una balsa mal hecha. Quiso levantar la mano para pedir ayuda pero recordó que los británicos eran astutos. Se hundió nuevamente, decidido a esperar y atacar si se trataba de un enemigo, grande fue su sorpresa cuando, en lugar de la bandera británica, vio una blanca y un hombre con aspecto cansado. Alexander elevó la mano dudoso por el peligro que podría representar, pero aquel hombre al verlo pareció cambiar su expresión a una de esperanza, tomó su mano y rápidamente lo subió a la balsa, Alexander, sin embargo, fue más precavido y se alejó lo suficiente.

— ¿Eres del ejercicio británico?

Preguntó directamente. Odiseo, con la mente cansada por no dormir en días, lo miró extrañado para responder con otra pregunta.

— ¿Que es... "Británico"?

Alexander se confundió por la pregunta y examinó su ropa y rostro. Era extraño no poder reconocer nada en él. Se puso más alerta pues estaba familiarizado con las artimañas de los británicos.

— ¿Gran Bretaña?... — mencionó mirándolo con descaro. Odiseo suspiró con aparente fastidio y también se puso a la defensiva.

— Le recuerdo que está en mi balsa, señor — Suelta sin querer sonar agresivo aunque así había sonado.  — Las preguntas debería hacerlas yo. ¿Quien es usted y que hacia en medio del mar?

Hamilton procesa las preguntas.

"Mar?" Se pregunta internamente antes de mirar a su alrededor por primera vez. Sus ojos se encuentran con un gran cuerpo de agua a su alrededor, sin señal de tierra más que una isla muy lejana.

— ¿Dónde estamos? — pregunta empezando a desesperarse. Odiseo vuelve a soltar un suspiro con molestia y señala la isla lejana.

— Ogigia... — Contesta y luego señala hacia donde se dirigían — Ithaca....

Alexander mira en silencio el supuesto camino invisible en el mar. Visible solamente para Odiseo... Aunque dudaba que así fuera.

— .... Alexander Hamilton... — Murmura antes de extenderle la mano con una sonrisa forzada — Mi nombre es Alexander Hamilton

Odiseo mira la mano del contrario, dudoso si responder o no o al menos aceptar el apretón de manos.... Suspira y elige no hacerlo

— Odiseo

Murmura en respuesta solamente y empieza a recoger las pocas cosas que había logrado subir antes de escapar de Calipso. Alexander lo mira en silencio un momento y es cuando su cerebro hace click

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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