CAP 2

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Libertad

NADIA

Los sonidos fuertes de afuera de mi habitación me levantan con desespero, tengo que estar descansada para no matar a nadie. Abro la puerta hastiada y...

¡Oh por dios!!

Si se suicidaron, tengo tres cadáveres fuera de mi habitación, una buena forma de iniciar mi día. Todas las personas de afuera tienen una expresión de miedo mientras me miran.

Cierro la puerta en sus caras, me choca la gente dramática, ellos algún día iban a morir yo solo les adelante la muerte.

No pensé que fueran tan valientes para colgarse.

Me río. En mi defensa yo les dije que... ¿A quien engaño? me encantó encontrarlos allí.

Comienzo a bañarme y alistarme para este día, algo me dice que mis emociones subirán y bajarán por las circunstancias, me tomo mis pastillas antes de guardar las pastillas en mi bolsito.

Comienzo a secarme y vestirme mientras me pongo mis lociones y cremas corporales, si hay algo que odio es la piel reseca y la ropa barata, obviamente, porque tiede a darme brotes en la piel...

Abren la puerta, volteo a ver a quien se atrevió a entrar sin tocar pero mi rostro maniático y psicópata cambia a una sonrisa dulce cuando veo a mi esclavo, Bryan.

—Mi reina, vengo a servirte de maletero, un pajarito me contó que tú equipo medico murió, ¿Que hiciste ahora?

Puto pájaro si es metido. Por eso también debe morir.

Esclavo mío, no puedes juzgarme cuando sabes cuál fue el trato que me dieron todos estos años. —le hago un puchero mientras le hago ojitos para que no suene de manera antipática.

—No se ni para que te pregunte, está claro que tú fuiste, pero jamás cuestinare tus decisiones... —me sonríe, el es el único que puede juzgarme y jamás lo ha hecho —. Ahora debes entregarme tus maletas, el jet ya está esperando, no enviaron el helicóptero porque ya sabes...malos recuerdos.

—No solo es una maleta, son siete —digo en un susurro, le tocará buscar algunos enfermeros.

—¿Cómo, que? —abre los ojos —. Reina mía, la central no es un concurso de belleza —su cara de asombro se mezcla con reproche.

—Hoy me toca ver a todos esos hipócritas hijos de perra, no llegaré vistiendo el uniforme de la clínica, además yo jamás dejaría mi ropa y mucho menos mis libros.

Los hubiéramos envenenado con los dulces que les dimos.

Exacto, nos habríamos evitado miles de problemas.

—Esta bien mi reina. Iré bajando las maletas al carro.

Dos enfermeros entran a ayudar con las maletas y salen de mi visión.

Me quedo mirando las blancas paredes llenas de dibujos y frases de libros mientras recuerdo los buenos y malos momentos que viví aquí, en estás cuatro paredes.

Se te olvida algo...

Tipico en mi, camino a pasos lentos hasta mi cama, la levanto y ahí está mi más grande posesion, mi lista de muertos. En esta lista se encuentran las personas que me deben algo y lo pagarán con sangre.

Mis ojos se cristalizan al reconocer todos los nombres en ella, pero en estos momentos mi deseo de venganza está en su punto más alto, no derramó ninguna lágrima. Agarro mis gafas y me las pongo, el sol está muy fuerte.

VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora