I'm going to find them [GallyxTnxMinho] correr o morir

Capítulo 39

Narradora omnisciente

El dolor de la pequeña era evidente. Sus piernitas cruzadas y sus manos apretando sus muslos eran evidencia de ello.

Las lágrimas recorrían sus mejillas, empapándolas. Sus ojos celestes ahora tenían desgarres rojizos, distorsionando su mirada inocente.

—ahora irás a tu habitación y te acostarás a dormir, ¿está bien? —habló el hombre poniéndose de cuclillas frente a la niña

—si señor —balbuceó ella.

La pequeña se levantó y se limpió el rostro. El labio le temblaba, pero lo mantuvo en orden mordiéndolo.

Caminó hacia la salida. El pasillo blanco estaba despejado, como siempre. El hombre se quedó en la habitación, por lo que ella debía regresar sola a su habitación.

Vio la puerta de lejos y se acercó. Antes de entrar, tomó el pomo y presionó su frente contra la puerta, sintiendo como las lágrimas volvían a caer.

Tragó saliva y giró el pomo.

Narra Tn

—¿en donde estabas? —la voz de Matt me interrogó apenas crucé la puerta

—hablaba con el señor Janson —respondí, caminando hacia mi cama

—¿por qué tienes el cabello mojado? —cuestionó Alex desde su cama

—me duché —murmuré

—¿en su habitación? —

—¿podrían por favor dejar de hacer preguntas? —solté cansada.

Quité las sábanas y me metí debajo de estas. Me volteé mirando hacia la pared, para evitar que me vieran llorar, pero ninguno de los dos pensaba dejarme en paz.

—oye —escuché como Matt se levantaba y se acercaba, cuando llegó, se sentó en el borde y puso su mano en mi brazo.

También escuché como Alex saltaba desde su cama y también se sentaba en el borde.

—Tn —llamó el pelinegro —¿por qué dejas que siga ocurriendo? —

El estómago se me revolvió y una punzada en mi cabeza me obligó a cerrar los ojos con fuerza. Las ganas de seguir llorando se intensificaban cuando el recuerdo llegaba a mi.

—hey —insistió Alex —habla con nosotros —acarició mi cabello.

Tardé unos segundos en tomar la decisión de si voltearme o no, pero al final ya era algo que podía más que yo.

Me giré lentamente para verlos a la cara y el llanto me salió más desconsolado. Logrando que ambos me rodearan con sus brazos.

Sentía como mi garganta ardía. Empapaba el hombro de Matt con mis lágrimas. Alex besaba mi cabeza y cien.

Luego de unos minutos en los que pude parar de llorar. Los tres nos alejamos un poco. Me limpié las lágrimas y sorbí la nariz.

—oye —Matt tomó suavemente mi mentón y me obligó a mirarlo —¿que está ocurriendo? —

El corazón me abandonó. La necesidad de gritar, de romper todo, persistía en mí desde la primera vez que sucedió.

Pasó exactamente la segunda semana en la que llegué aquí. Antes de conocerlos a ellos.