cinco

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- Solo prométeme que vas a estar ahí cuando baje del escenario - pedí suplicante haciendo un puchero, ella solo sonreía desde el otro asiento.

- Te lo juro amor, en donde más podría estar? - contestó acariciando mi mano, estoy seguro que sabía perfectamente lo ansioso que estaba.

Estábamos por llegar al estadio del concierto cuando de su bolsa sacó la cámara digital que cargaba a todos lados y tomó algunas fotos.

- Para el recuerdo - dijo cuando terminó y volvió a guardarla.

Bajamos de mi coche deportivo y caminamos por el estacionamiento privado mientras los guardaespaldas nos seguían hasta los camerinos.

Había demasiadas personas, reconocía alguno que otro rostro y los otros seguramente eran invitados de mis amigos. Entrelace nuestras manos para evitar que se sintiera incómoda entre tanta gente.

- JUNIOR! - escuché a Jimmy hablar desde el otro lado de la habitación.

- Que pedo apa - contesté para después corresponderle el abrazo de saludo.

- Hasta que llegas, ya tienes a tu manager echando humo por los oídos - dijo riendo y no pude evitar voltear a buscar a Cochi quien platicaba amenamente con un grupo de chicas a las que no les presté mucha atención sinceramente.

- Ya ni me digas - dije volviendo a él - Pero mira, te presento a mi novia - señalé a María.

- Mucho gusto hija, Jimmy Humilde.

- María, el gusto es mío - respondió mientras estrechaban las manos amablemente.

Nos presentaron con el dueño del lugar, me tomé algunas fotos con placas que acababa de mandar Spotify y ya solo faltaban 10 minutos para subir a cantar.

Comenzamos a caminar por el pasillo que nos llevaba al escenario, en ningún momento solté de la mano a María porque no conoce a más gente aquí y no quería que se sintiera excluida o quisiera irse.

- Dame un beso antes de subir, si? - aceptó y ambos solo sentíamos la mirada de los demás, pero no nos importaba en lo absoluto.

Con ella parecía que estábamos en nuestro propio mundo, en el que solo existíamos ella y yo. Nadie podía interrumpir momentos así.

La intro retumbaba por todo el lugar, los gritos de los asistentes se intensificaban cada vez más y tenía los nervios de punta como si fuera la primera vez.

Hace unos segundos entraron los chicos de la banda y por fin era mi turno, los acordes de El F comenzaron a sonar y ya no había nada que pudiera echar todo para atrás.

Me reconfortaba demasiado ver a María a un lado del escenario porque ni con todo el alcohol que ya había en mi sistema o los cigarros de mota que habíamos comenzado a rolar desde que comenzó el concierto, nada de eso se comparaba con la tranquilidad que me daba tenerla conmigo.

Solo podía pensar en lo mucho que no quería arruinarlo, ya llevábamos casi un mes saliendo y aunque estoy seguro de que aceptara ser mi novia, todo este estilo de vida me daba mucho miedo para ella.

Si para mí que llevo ya algunos años trabajando todavía me es difícil sobrellevarlo, no quiero ni imaginar la posición en la que se encuentra. Era como destapar una caja de pandora; pronto vendrían los miles de rumores además de los que ya se habían creado, los días sin vernos por los conciertos y seguramente las inseguridades que eso causaría.

Estoy dispuesto a todo, incluso si eso involucra mudarme para estar cerca o gastar miles de dólares en viajes en avión privado, sé que todo valdría la pena si María es la razón para hacerlo.

Inconscientemente después de 2 horas y media, el concierto estaba terminando. Comencé a despedirme, sentía al público eufórico y eso no pudo evitar ponerme contento.

Al salir del escenario, mi preciosa estaba ahí, con unos ojos brillantes y la sonrisa más bonita que había visto.

Corrí para cargarla y besarla. Que los medios tomen todas las fotos que quieran, a la mierda, que vean quien tiene mi corazón.

Caminé con ella aún en brazos hasta los camerinos, para mí mala suerte ahí estaba Diego esperándome para hablar, al bajarla su expresión cambió cuando lo vio.

- Podemos hablar? - dijo con una sonrisa que parecía más falsa que otra cosa.

Desde nuestra discusión de ayer, no volvimos a hablar y todos los preparativos para el concierto se hicieron con Pantera como intermediario, no quería ni siquiera verlo.

- Amor, dame 10 minutos, si? Que el guardaespaldas te acompañe al carro, ahorita te alcanzo - asintió y la vi salir.

- Ahora si, de que quieres hablar?

- Tenemos que arreglar esto Junior, hay contratos de por medio y ya organice más conciertos para equilibrar las dos semanas en las que no trabajaste - sentía mi enojo elevarse cada vez más.

- Cuáles conciertos? Estás pendejo, quiero vacaciones. Claro que terminaré las fechas restantes del tour y todo lo pendiente, pero ya no quiero más y más - contesté enojado.

- Ya cerré los contratos - dijo alzando los hombros.

- Al final del día más que tu amigo, soy tu jefe y tenías que consultar todo conmigo para tomar una decisión. Hablaré con Jimmy, quiero otro manager si es posible.

- Pero... - lo interrumpí.

- Ya te dije, terminaré las fechas pendientes y entregaré el álbum que quiere la disquera para octubre.

- No te mames Junior.

- No me importa wey, necesito descansar y lo sabes perfectamente.

Realmente quería salir en ese momento de ahí, me sentía asfixiado y no quería seguir escuchándolo.

Lo vi salir muy enojado sin decir más, pero eso ya no importaba. Tenía cosas más importantes por las que preocuparme, mañana será otro día y hablaría con mis jefes de Rancho Humilde para poner sobre la mesa la situación.

ENTRE NOSOTROS / JUNIOR HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora