Nunca me a gustado la oscuridad. De niña, solía pensar que era porque no podía ver lo que acechaba en ella, que las sombras escondían monstruos que se alimentaban de los sueños de los que dormían desprevenidos. Mi madre me decía que eran tonterías de una niña asustada. " No hay nada en la oscuridad que no esté también en la luz ", solía decirme, acariciándome el cabello para que me tranquilizara. Sin embargo, nunca logré convencerme de esas palabras. A lo largo de los años, he llegado a entender que mi miedo no era irracional, sino una advertencia. Porque en la oscuridad, en esas sombras que se mueven apenas fuera de mi vista, hay algo más. Algo antiguo. Algo que siempre me a estado buscando.
El viento sopla a través de las rendijas de mi ventana rota, colándose con un susurro helado que me eriza la piel. Afuera, el bosque es una mancha negra que rodea el pequeño pueblo donde he pasado toda mi vida. Nada interesante ocurre aquí. A veces, es difícil recordar que hay algo más allá de los límites de estos árboles. Esta noche, sin embargo, hay una inquietud en el aire. No sé cómo explicarlo, pero lo siento en mi interior, como una corriente invisible que me arrastra. Estoy sola en la cabaña, sentada al borde de mi cama, mirando la puerta como si en cualquier momento alguien fuera a irrumpir. No puedo dormir. Hace semanas que el sueño se me escapa, y cada noche se siente como un poco más de mí misma se disuelve en la oscuridad.
El pueblo está en silencio. Todo el mundo ya está en sus camas, envueltos en la comodidad de la ignorancia. Para ellos, la oscuridad es solo eso: una falta de luz. Para mí, es un recordatorio constante de lo que llevo dentro. Un recordatorio de lo que debo ocultar. Cierro los ojos e intento calmarme, pero la inquietud no desaparece. En su lugar, se hace más fuerte, como un tamborileo en la base de mi cráneo, pulsante y persistente. Algo está mal. Lo sé con una certeza que me atraviesa como un cuchillo helado. Mi madre lo sentiría también si aún estuviera aquí. Ella siempre sabía cuándo algo estaba a punto de suceder, aunque nunca me decía cómo lo sabía. Solíamos sentarnos juntas, en noches como esta, y ella me apretaba la mano mientras murmuraba oraciones a los dioses antiguos, a aquellos que fueron olvidados mucho antes de que naciera. Esos dioses ya no escuchan. Si es que alguna vez lo hicieron.No puedo seguir así. Me levanto de un salto, con el corazón palpitando en los oídos, y camino hacia la puerta. No debería salir, lo sé. Es peligroso estar sola en el bosque de noche, pero algo me empuja hacia adelante. Es como si mis pies tuvieran voluntad propia, como si una parte de mí ya supiera lo que va a pasar. El aire es frío cuando salgo, mordiendo mi piel desnuda, pero no retrocedo. La luna está alta en el cielo, velada por una capa de nubes que filtran su luz, haciendo que todo parezca aún más irreal. El viento susurra entre las ramas de los árboles, llevándose consigo fragmentos de mi aliento.
Camino sin rumbo fijo, adentrándome en el bosque que se extiende más allá del pueblo. Las ramas crujen bajo mis pies, pero el sonido parece lejano, como si no estuviera del todo aquí. Cada paso que doy me lleva más profundo en una oscuridad que no tiene fin, como si el bosque fuera un pozo sin fondo del que nunca voy a salir. Sé que no debería estar aquí. Lo sé desde lo más profundo de mí, pero aun así sigo avanzando. Hay algo en el aire esta noche, algo que me atrae como una polilla a la llama. Mi madre solía advertirme de las cosas que viven entre los árboles. "No todo lo que parece humano lo es", me decía cuando era pequeña. Yo siempre pensaba que solo intentaba asustarme, pero ahora no estoy tan segura.
A lo lejos, un cuervo grazna, su sonido cortando el silencio de la noche como un cuchillo afilado. Me detengo de golpe. Todo está quieto. El viento ha dejado de soplar y el aire se siente denso, como si el bosque estuviera conteniendo el aliento, esperando.
"¿Quién anda ahí?" Mi voz suena más fuerte de lo que pretendía, rompiendo la calma con una brusquedad que me hace estremecer. No hay respuesta. Sólo silencio, profundo y sofocante. Algo se mueve en la periferia de mi visión, una sombra que parece no pertenecer al mundo real. Mi corazón comienza a latir más rápido, cada vez más fuerte, hasta que parece que va a explotar dentro de mi pecho. Doy un paso hacia atrás, mis pies tropezando con las raíces retorcidas bajo mis botas. Algo me está observando, puedo sentirlo. No es una sensación nueva, pero esta vez es diferente. Esta vez, el miedo es palpable, una presencia tangible que envuelve cada fibra de mi ser.
Vuelvo a mirar alrededor, pero no veo nada. Solo árboles altos y oscuros, extendiéndose hacia el cielo como garras. Respiro hondo, intentando calmarme, pero el aire no llega a mis pulmones. Tengo que volver. Tengo que salir de aquí. Doy la vuelta y comienzo a caminar de regreso, cada paso más rápido que el anterior. Puedo sentir que algo me sigue, aunque no puedo verlo. Está en las sombras, moviéndose al unísono con mis propios pasos. Mi piel se eriza, y la adrenalina me impulsa a correr. El camino de regreso al pueblo debería ser familiar, pero esta noche, el bosque parece más denso, más oscuro. Como si los árboles se estuvieran cerrando sobre mí, bloqueando mi salida. Las ramas arañan mis brazos, pero no me detengo. No puedo. Hay algo en este lugar que no pertenece a este mundo, y está cada vez más cerca.Finalmente, la luz tenue de mi cabaña aparece entre los árboles, y la visión me da la fuerza para dar un último empujón hacia la seguridad. Cierro la puerta de golpe, mi pecho subiendo y bajando violentamente mientras intento recuperar el aliento. Me desplomo en el suelo, con la espalda apoyada en la puerta, sintiendo cómo el frío de la madera se filtra a través de mi ropa. Afuera, el viento ha comenzado a soplar de nuevo, pero no suena igual. Es más fuerte, más urgente. Como un aullido. Sé que no estaré a salvo por mucho tiempo. Algo está cambiando, y pronto, las sombras que tanto he temido toda mi vida dejarán de ser solo sombras.
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Sombras del corazón
FantasySinopsis: En un mundo donde la magia ha sido prohibida durante siglos, las sombras controlan los corazones de los que buscan poder. Alessa, una joven de orígenes misteriosos, ha pasado toda su vida en un pequeño pueblo, ocultando sus habilidades sob...