El poder de las hadas que residía en él gracias a su maldición empezó a hacerse cada vez más evidente y me di cuenta de que William iba a contraatacar.
-¿No te das cuenta de que somos tres contra uno, demonio? ¡Tú tienes todas las de perder!-Exclamó con voz arrogante y burlona.
El ente que habitaba el cuerpo de Aderyn sonrió una vez más, mofándose de la voluntad de William.
-¿Cómo osas humano? -Inquirió mirándolo con rabia. -No tenéis nada que hacer, soy mucho más poderoso que todos vosotros...seres... insignificantes y aburridos.-Añadió con desprecio.
En ese momento capté su atención y sentí miedo. Percibí que se había dado cuenta de mi estado de ánimo.
La criatura se reía de mi debilidad, de mis inseguridades y se burlaba del amor que yo sentía por Albert. Llevé las manos a la cabeza suplicándole que parara mientras mis rodillas se doblaban y yo caía de bruces.
Necesitábamos ayuda ¿Dónde estaba la tía Elroy?
Miré a William. Él también había notado su ausencia y el diablo empezó a reírse de nuevo.
-Os ha abandonado...-Constató.- No sé cómo habéis podido confiar en una bruja. Pobres, pobres criaturas abandonadas a su suerte en un momento como este. Pero así es el alma humana, voluble, cambiante y débil.- Se regodeó el ente que llevaba el nombre de Asmodeo.
William cerró los ojos, me pareció escuchar su voz en mi mente. Me pidió que me mantuviera apartada.
-Te digo que no vamos a formar parte de ninguna colección infernal y te pido de buena voluntad que abandones el cuerpo de esa infeliz a la que has poseído. Antes de que sea demasiado tarde.-Le advirtió intentando ganar tiempo.
Yo notaba que él estaba intentando recurrir a su energía feérica.
Su hechizo le había conferido cierto poder pero yo temía no fuera suficiente para enfrentar a aquella criatura. Su energía demoníaca nos estaba dejando sin fuerzas mientras la suya se hacía cada vez más fuerte y poderosa
Empecé a temer por él, por nosotros. Me pedía que confiara, pero yo tenía un miedo atroz a perderlo.
-No voy a abandonar este cuerpo, humano ¿bromeas? Sus sentimientos por tí son como un elixir. No puedes obligarme...No tienes autoridad sobre un Príncipe de los demonios.-Dijo mientras su mano hacía un movimiento en el aire y me atrapaba el cuello con garras invisibles.
El demonio era un maestro de la telequinesis y me sentía impotente.
-CANDY...¡NO..! ¡Suéltala! - Vi el miedo y también la rabia escrita en sus azules ojos.
El ser emitió una risilla burlona, seguro de su poder sobre nosotros.
-O si no ¿qué humano? Vuestro amor va a ser vuestra perdición ¿es que no lo veis?...Os hace débiles.- Se burló Asmodeo mientras iba apretando cada vez más.
Me ahogaba.
William frunció el entrecejo, estaba cada vez más furioso.
-¡No...!
El demonio empezó a regodearse, se reía de nuestro sufrimiento. Y William estaba cada vez más furioso y asustado.
-Está bien, tú lo has querido, maldito...- Dijo preparándose para plantarle cara. Podía ver su aura azulada fluctuar entorno a él. Su naturaleza mágica se estaba imponiendo sobre el humano que luchaba por mí.
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Con encanto [Parte II]
FanfictionEl inmortal William Albert Ardlay ha decidido compartir su vida con la enfermera Candice Etwih. Sin embargo, el amor que ambos se profesan será puesto a prueba cuando el hada que lo maldijo lo reclame a su lado. Porque después de todo...una promesa...