𝐄𝐧𝐳𝐨Sentía mi corazón derretirse al ver a nuestros, durmiendo tranquilamente sobre sus cunas, sonreí al verlos y apague la luz dejando una pequeña luz de noche en forma de estrella.
Camine hasta la habitación de al lado, dónde estaba mi prometido, quien yo estaba seguro que estaba dormido, entre con cuidado tratando de no hacer ruido —¿Podemos tener una noche de pasión? —alce mi mirada rápidamente encontrandome con Mati sentando en la cama.
Reí —Deberías estar descansando mi amor —bese su cabeza —Aun es muy pronto.
Frunció su ceño —¿Ya no me quieres?
Abrí los ojos de par en par —Antes no querías salir de la habitación, hasta incluso me amarradas en la cabecera y ahora ya no me quieres —hizo un puchero.
Reí —Mi amor, creeme que nadie más que yo quiere arrancarte la ropa y hacerte mío toda la noche —me arrodille frente a el y comencé apretar sus muslos —Pero el doctor dijo que debemos esperar, porque debes de descansar después de dar a luz —Mati me miro triste.
Acaricie su mejilla —Supongo que tienes razón —respondío triste —Pero después de la boda, dejaremos a los bebés con mi madre y me vas a coger de aquí a que me embaraces de nuevo.
Me atragante con mi saliva —¿Tan pronto?
Mati asintió —Me encanta tener a tus bebés en mi barriga —señalo su barriga.
Reí —A ti lo que te gusta es la parte de hacer el bebé —señale riendo.
—¿A quién no?
Bese su mejilla —No puedo esperar más para la boda —bese sus labios —Falta más de un mes para la boda...
Mati se alejo un poco —Y si...¿Nos casamos dentro de una semana? —sonreí al escucharlo —No puedo esperar más para que seas mi esposo.
—Entonces que así sea mi amor, casémonos lo más pronto posible.
Era hora de empezar a trabajar.
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Sonreí al terminar de vestir a mis bebés —No puedo creer que te cases Enzo —Esteban recostó a Liam e Isabella en sus cunas —Nunca creí vivir este momento.
Reí —Te estas vengando porque, te dije exactamente lo mismo en tu boda con Francisco —me arregle el saco.
Asintió riendo —Agradezco que me hayas escogido de padrino —sonrió ayudandome arreglar mi pequeño moño —Es todo un honor para mi hacerlo.
Sonreí —Quién mejor que mi hermano para serlo —suspire nervioso —Tengo miedo Esteban.
—Solo debes tener la frente en alto, para no caer, estar para tu esposo y tus hijos —tomó mi hombro.
Ambos miramos hacia la puerta al ver que se había abierto —Hola hijo —mi padre sonrió nostálgico y también saludo a Esteban —¿Nos das unos minutos? —Esteban asintió y se retiro.
—Ay, hijo mío —sus ojos se cristalizaron —Se que no es el momento, ni el lugar pero lamento no haber sido buen padre, y no haberte apoyado desde un inicio con tu carrera de fotografía y en tu relación con Mati — bajo la mirada avergonzado —Lamento nunca haberte dicho que eres lo mejor que acompaña mi apellido, ahora junto a mis nietos y mi yerno.
Sonreí y sentí mis ojos arder.
—¡Enzo ven acá inmediatamente! —mi padre grito al ver como salía bruscamente de la oficina que tenía en mi antiguo hogar, la casa de mis padres.