"¿Es demasiado tarde para alcanzarte?"
Katsuki se ha acostumbrado a vivir en la sombra, dónde el calor de Izuku apenas y roza su piel.
¿Cómo poder sentir la calidez estando tan lejos del Sol?
A pesar de haber logrado ser todo lo que un día soñó, des...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• . .
Nada había cambiado, bueno, en realidad sí. Después de todo, 10 años no pasan en vano.
Para Katsuki, 10 años no habían pasado en vano.
Después de graduarse cómo uno de los mejores alumnos de la U.A empezó rápidamente su carrera cómo héroe profesional, largos turnos y misiones relativamente importantes lo hicieron ascender durante esos años en el ranking de héroes, con su dedicación y esfuerzo había logrado el reconocimiento cómo héroe número 2, después de Deku.
Oh Izuku.
Ese maldito bastardo, ni siquiera pasaba demasiado tiempo en Japón, tenía diversas misiones asignadas alrededor del mundo, especialmente realizaba muchos trabajos en Estados Unidos, era increíble pensar que seguía estando detrás de alguien que ni siquiera se encontraba presente, aunque a decir verdad, eso ya no le molestaba demasiado.
Había visto a Izuku romperse los huesos y quemarse las pestañas durante años para lograr ese reconocimiento, había visto su dedicación y esfuerzo absoluto y reconocía, al fin, su fuerza.
Incluso podría decir, que en parte lo admiraba. Esa absurda y ciega devoción para con los demás, era algo hasta fastidioso, fastidiosamente admirable.
No había visto mucho a ese peliverde, no más allá de ciertas reuniones ocasionales que realizaba la ex clase A para compartir de sus vidas y mantener el contacto, y claro, algunas misiones en las cuáles habían sido asignados juntos, el crimen ya no era tan amenazador cómo antes y la diversidad de profesiones seguía ampliándose cada día más, pero eso sólo extendía los campos en que los héroes debían vigilar y proteger a los ciudadanos, básicamente ese era su trabajo, proteger para salvar.
El cenizo abre con suavidad la puerta de cristal que se deslizaba y sale al balcón que poseía en su departamento, era un espacio de tamaño ideal para él sólo, quizás un poco más espacioso de lo que necesitaba y eso podría hacerlo sentir algo solitario, pero de todas maneras, no pasaba demasiado tiempo allí para pensar en eso. La brisa fresca impacta sus pómulos y la punta de su nariz mientras toma una profunda inhalación y cierra sus ojos, disfrutando de esas tersas sensaciones, al abrir sus ojos observa la ciudad mientras se recarga ligeramente en las barandillas del borde.
Una gran ciudad, cada día más amplia se alzaba ante él. Desde ese último piso tenía una vista sorprendente de la gran jungla de cemento, era un paisaje realmente impresionante, el desarrollo de las personas en diferentes áreas había permitido más profesiones y con ello, más avances tecnológicos para la ciudad, aunque tampoco había variado demasiado desde su época de estudiante.
Por alguna razón, estos días se había estado sintiendo más nostálgico de lo normal, recordaba constantemente su época de formación de héroe y todo lo que había experimentado junto a sus compañeros.
