Dulce coincidencia

VII

22 de marzo de 2033

Lucía

Ese maldito desgraciado está lastimando a mi mejor amigo, pues para que sepas, él no está solo.
Estaba por ir a defender a Isaac, si no fuera por Caleb, que llegó de la nada.
Me quedé en el sitio observando claramente y wow, he de admitir que el orangután sabe pelear, por lo menos Isaac tendrá quien lo defienda, porque él para hacerlo no vale ni una wasamonda

Tenía muchas ganas de salir de donde estaba y estamparle un puño a ese hijo de puta, pero me estaba conteniendo por varios factores, primero Isaac, no quería que se diera cuenta que lo seguí y que lo espiaba, luego no se como controlarme en esa situación, puedo llegar a lastimar al tipo y meterme en un problema con la policía, no quiero preocupar a Isaac, ya que estamos aquí para disfrutar.

Vi cuando él se iba del lugar e Isaac se quedó con Caleb.

Isaac

-¿Te encuentras bien? - Caleb me preguntó si estaba bien, ahhhh.

-No importa, yo debo preguntarte a ti, te peleaste con él.

-Claro que importas Isaac, y lo que pasó no fue nada, no tienes que preocuparte.

-Jumm, yo estoy bien, la verdad es que estoy acostumbrado, Diego muchas veces me trató así - no lo miraba a los ojos para no empezar a temblar de los nervios -. O a veces peor.

-Pues no, no debes acostúmbrarte a alguien así.

-Creo que tienes razón... Bueno, pensé que te habías ido, después de saludarnos.

-Había comprado un café y estaba por aquí cerca, así que escuché un disturbio y ahí te vi.

-Ay de verdad que me apena que vieras eso, pero te agradezco mucho.

No aguanté más y le di un abrazo de agradecimiento, pasaron unos segundos y él correspondió... Era tan mágico, nunca pensé que esos fuertes brazos me rodearan y que mis manos tocaran esa espalda que tanto me hacía fantasear.
Luego de un minuto nos separamos, aunque yo quería quedarme así por toda la vida.

-No hay de qué, ¿te llevo a alguna parte?

-No tranquilo, ando en auto, pero gracias - maldita sea porque me vine en auto -. ¿Y tu novia?

-Esta de viaje por un tema familiar.

-Ahh, ¿así que andas de travieso por ahí? Jajaja

-Jajaja no, ando aburrido, como me la paso con ella todo el tiempo...

-Vaya, y ¿donde quedó el Caleb de 17 años que le quitaba el suspiro a varias y varios?

-No se jajaja, desde que conocí a Clarissa se acabaron mis andanzas.

-Wow así que te domaron jajaja, pero bueno si no tienes nada que hacer - quería seguir viéndolo -. ¿Quieres venir al departamento a tomar unos tragos?

-Sii, de verdad ando muyy aburrido.

—Vamos, te llevo a tu auto —dijo Caleb, sonriendo.

Asentí y juntos caminamos hacia el automóvil. La tensión era palpable.

—Gracias por defenderme, nuevamente —dije rompiendo el silencio.

—No hay de qué —respondió Caleb —. Nadie debería tratarte así.

Llegaron al auto y Caleb se detuvo junto a mí

—¿Estás seguro de que estás bien? —preguntó Caleb, mirándome fijamente.

Asentí, pero Caleb notó un deje de duda en mí

—Isaac, si necesitas hablar, estoy aquí —dijo él, su voz suave.