El peso de la nada

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La noche oscura y silenciosa me susurraba al oído que todo iba a empeorar.
Las lágrimas amenazaban con salir y yo decía, "estoy bien, todo es mentira".
Yo no estaba bien, creí estarlo.
Creí que lo tenía todo bajo control, pero me sentía vacía y sin sentimientos. Estaba vacía de lágrimas, no podía amar y no sentía nada.
En esos momentos te das cuenta que lo más importante son las cosas aparentemente pequeñas que están a tu alrededor, que están ahí siempre.
No sé qué hacer para estar bien, nada parece funcionar y siento que empeoro cada vez más...

El susurro de las palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora