El susurro de las palabras

Volar

Volar no solo significa tener la habilidad de emprender vuelo en los cielos como los pájaros, yo siendo humana no podía volar en ese sentido, pero cuando soñaba con mí futuro perfecto sentía que volaba, sentía la libertad que todos de una u otra forma desean.
Pero volar me recuerda a cuando me dijiste que soñabas con tener tu propio helicóptero y volar en él conmigo.
Volaste sí, no conmigo, no en un helicóptero, volaste lejos de mí.
En mi vano intento de recuperar las fuerzas para seguir adelante también perdí mi dignidad porque intenté volar hacía ti, pero no podía, tal vez lo mejor era estar lejos de ti.
Después de años pude entenderlo, superarlo no obviamente, pero estoy feliz por ti, porque aprendiste a volar solo, estás feliz y en paz, y aunque lo entiendo estoy decepcionada.
Intenté mil y una veces de hacerte feliz pero siempre fracasaba, nunca pude hacerte sentir completo, quedé vacía y echa trizas porque te dí mis mejores partes para formarte, pero al parecer no te sirvieron porque eran mis partes y yo no valía nada.
Supe que no debía volver a ti, porque siempre me hiciste sentir incompleta, y lo estaba pero no merecía sentirme mal por ello.
No entiendo porque no valoraste mis esfuerzos, te juro que no tenía ni ganas de respirar, pero lo hacía por ti y vos ahí mirándome con indiferencia.
Yo que estaba acostumbrada a las risas de burlas de los demás, no podía aceptar las tuyas, porque te puse en un trono y resultó que no merecías nada de mí.
No te guardo rencor porque todo vuelve.