El susurro de las palabras

Amor eterno

Sos la prueba de que lo bueno siempre llega, tarde o temprano, pero lo cierto es que no llegaste ni temprano ni tarde, llegaste en el momento justo, cuando te conocí me dí cuenta de que eras lo que siempre había soñado y me dí cuenta de que toda mi vida te he esperado.
Y llegaste y te quedaste a mi lado, y me amaste como nadie más lo ha hecho y me amas cada día más, lo sé, lo noto.
Tu llegada a mi vida fue como una explosión de colores, pero fue una explosión silenciosa, una explosión llena de paz y amor, es como si hubieras adivinado que alrededor de toda mi vida solo me había sentido perturbada por todo lo que pasaba a mi alrededor y que dentro de mí siempre había explosiones destructivas y ruidosas, tu no hiciste lo mismo conmigo, desde el primer instante me cuidaste y me calmaste, incluso sin ser consciente de que lo estabas haciendo.
Sos la luz de mi camino, la curita de mi corazón, la anestesia a mi dolor, la solución a mis problemas, sos mi hogar, me elegiste, te elegí, nos elegimos y te amo, te amo demasiado y te voy a amar el resto de mi vida, y si llego a vivir de nuevo también te amaré en esa vida. Conecte con vos desde que te conocí, no solo quería que fueras vos sino que supe que ibas a ser vos, cuando tome tu mano por primera vez sentí como si hubiera estado contigo toda una vida entera, tal vez si lo estuvimos, y cuando nos besamos supe que quería ser tuya y solo tuya toda la eternidad, supe que no querría jamás sentir otros labios sobre los míos y que no querría que nadie más que tú me besara nunca.
Fuiste el inicio del amor verdadero y siempre lo serás.