Río de lágrimas

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Había perdido la cuenta de las horas que había pasado llorando, las lágrimas solo brotaban, parecían inagotables, también mi dolor lo es, al final concluí que tal vez el dolor estaba pegado a mí, comencé a sentirlo parte de mí
¿Qué era yo sin él? era un cuerpo inerte, sin emociones, la única emoción que sentía era la tristeza, ¿y sin ella que hago?
Con el tiempo empece a sentir cariño por ella, era la única que siempre estaba, aunque no de la mejor forma, pero siempre me recordaba que estaba viva y siempre que venía a visitarme la abrazaba, la sostenía, la sentía sobre mi piel y dentro mío, ella era mía, yo era suya, tal vez es porque siempre fuimos una misma y cuando yo me vaya ella irá conmigo.

El susurro de las palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora