⚡Capítulo 32 : Distancia cero

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   Suena el celular de Max y es la alarma, debemos irnos al aeropuerto, anoche le dije que quería invitar a Paul y Keira, así que la llame y acepto de inmediato, apago la alarma y beso a Max, anoche logramos un gran avance, quizá no hicimos el amor del todo, pero casi.

   En el aeropuerto todo se hace muy rápido y sin darnos cuenta ya estamos en el avión, no le avisamos a los chicos, espero esta sorpresa salga bien, me siento junto a Max y conversamos todo el viaje, suelo molestarlo, se ríe y me besa, nuestra respiración se agita en segundos, nos deseamos y eso enserio nos consume.

   Por fin descendemos en Boston después de mil horas, me siento algo hiperventilada y muy ansiosa, Max me mira y sonríe, nos juntamos con Keira y Paul al bajar del avión y no sabemos a que casa ir primero, miro la hora y Damon debe estar en el campus y Patric en la oficina, así que optamos por mi profesor favorito.

   El super auto de Max ya está ahí esperándonos, realmente no sé como lo hace para siempre tener un auto así de genial en cualquier parte del mundo, Paul es quien maneja y yo le voy indicando, cuando aparcamos me bajo y los apuro a todos, Keira se ríe.

— ¿Dónde puede estar? — pregunta Paul mirándome, tomo la mano de Max.

— Debe estar en nuestra banca — digo.

Caminamos a la banca donde solíamos estar y no me equivoque está ahí.

— Que guapo es, está como para comerlo — suelta Keira — ¿Qué?, es verdad — dice mirando a Paul, quien la observa muy serio.

    Caminamos en su dirección, de pronto levanta la vista y me ve, deja su café y los mil exámenes que tiene en sus piernas, sonrío y él me devuelve la sonrisa, se levanta y suelto a Max, corro a abrazar a Damon, llevo mis brazos a su cuello y lo envuelvo, sin miedo a alguna reacción, él me envuelve en sus brazos y me levanta, es justo el abrazo que necesitaba y mi cuerpo no tuvo reacción alguna ante tanto contacto, debo admitir que en el fondo sabía que no sentiría nada con él, mi terapeuta también dijo que era una posibilidad, abrazar con mayor facilidad a otro que no fuese Max, ya que él y Alex son idénticos o lo eran...

— Estás aquí, no puedo creerlo — sonrío y asiento en su cuello.

— Si — digo saliendo de su cuello y quedando frente a él — te extrañe mucho, pero tanto — me abraza aún más fuerte.

— Hola — escucho a Keira y nos soltamos, la abraza, luego saluda a Paul y finalmente a Max,

— No puedo creer que estés aquí — dice Damon mirándome — sonrío.

   Miro a Max y está mirando en otra dirección, me acerco a él, no lo noto tenso pero sí incomodo.

— ¿Estás bien? — pregunto.

— No estoy celoso si es lo que piensas — ambos reímos — pero me soltaste por correr a él — no son celos, pero si me dolió que lo abrazarás antes que a mi, aunque lo entiendo, soy igual a quien más te a lastimado es obvio que no quieras hacerlo.

— Sí quiero — respondo muy rápido — pero no voy a negar que me da un poco de miedo — asiente.

— Entiendo... — finge una sonrisa.

— No, no entiendes, de verdad e querido un abrazo tuyo todo este tiempo, cada día y todas las noches...

— Te amo — sonrío — ¿Estás feliz? — pregunta y asiento.

   Me toma por la cintura y me besa, hunde sus dedos en mi cintura y su beso se vuelve mas intenso, era todo lo que necesitaba, llevo mis manos a su cuello y sonrío en su boca. Nos despedimos de Damon y nos vamos a casa de Patric, lo esperamos ahí hasta que llega. Cuando entra por la puerta nos ve y se pone a gritar, Keira salta a abrazarlo y luego corro yo, enserio es maravilloso volver a vernos, nos sentamos en el sofá y nos ponemos a conversar por horas, hasta que golpean la puerta y es Damon, entra con sus exámenes y se sienta junto a mí.

Tormenta y Trueno [ LIBRO 2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora