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TAEHYUNG


¿Cómo te has metido en esto, Taehyung? —me pregunto por vigésima vez hoy.
Me hallaba preparado para llegar a mi nuevo lugar temporal de trabajo en poco más de dos horas y el temor pesaba sobre mí. Sólo espero que la ropa que traje vaya bien para ocultar esta pequeña pancita de bebé que se va haciendo más y más grande cada día. Me estoy quedando sin tiempo.

Dejo escapar un largo suspiro mientras distraídamente froto mi mano sobre el bulto. Este pequeño se ha convertido en mi mundo entero. En toda mi planificación nunca pensé que esto pasaría. Justo cuando pensaba que recibía algo que quería tanto, todo lo demás en mi vida empezó a desmoronarse. Sólo te demostraba que: puedes planear todo lo que quieras, pero alguien más puede venir a patearlo de debajo de ti, y tienes que tratar de recoger las piezas lo mejor que puedas. Esta vez, sin embargo, no son mis piezas las que estoy recogiendo. Tengo un bebé que proteger y por el que hacer una vida.

»Te prometo, hombrecito, no dejaré que nadie te alejede mí.—Descanso ambas manos en mi estómago, rezando que mis palabras sean verdad y que no estoy cometiendo un gigantesco error por ir a ver a la persona que podría llevar a mi bebé lejos de mí. Mi corazón se aprieta al pensar en perderlo. No puedo. No lo haré, me corrijo. Perder a este bebé no es una opción.

Alguien no podía ser tan cruel, ¿verdad? ¿Para tomar un bebé de su madre? Sin embargo, no estoy tan seguro aquí. Si lo que he averiguado sobre el padre de mi bebé es verdad, entonces cruel se halla malditamente cerca.

La semana pasada, mi médico me dijo que cometieron un error. Uno gigantesco. Me dieron una muestra del donante de esperma equivocado. Alguien que no era un donante dispuesto en absoluto.

Conseguí dos patadas gigantes en un día. Perdí mi trabajo y posiblemente perdería a mi hijo. La clínica dijo que tenían que informar al hombre que había donado. Yo pedí su nombre y solicité que me dieran un poco de tiempo antes de que se pusieran en contacto con él. Al principio se mostraron reacios, pero me dieron ambos después de haber amenazado con una demanda.

Después de una pequeña investigación en línea encontré al padre de mi bebé. Cuando vi quién era él, perdí el aliento. Él era conocido en todo Texas, o así parecía con todos los artículos de hace unos años. Solía montar toros, pero ahora posee un gran rancho en el sur, a casi dos horas de aquí. El lugar al que estaré llamando hogar por un tiempo.

Muchos de los artículos no eran halagadores. Él era uno de los mejores corredores de toros, habiendo ganado docenas de competiciones, pero tenía una reputación ligada a ello. Muchos artículos y publicaciones que encontré lo llamaban un idiota arrogante. Más ruin que los toros que cabalgaba. Me hizo pensar que no iba a tener ninguna compasión cuando se tratara de esta situación. O tal vez sólo firmaría en la línea punteada y dejaría que mi hijo y yo nos fuéramos.

O podría tratar de quitármelo. Tenía el dinero. La idea de correr seguía revoloteando por mi mente. Tenía dinero ahorrado, y obtuve una pequeña ganancia cuando vendí mi casita, hace apenas dos días, pero algo sobre correr se sentía mal.

Tenía que estar seguro de que, si decidía correr, tomaba la decisión correcta. Que estaba protegiendo a mi bebé, asegurándonos de que pudiéramos estar juntos. Por eso tenía que hacer esto. Tenía que ir a conocer a este hombre. Ver quién era en persona, porque no siempre se puede creer en los rumores.

Tal vez no sería tan malo. Lo ideal sería que pudiéramos compartir la custodia. Podría conseguir un lugar en la ciudad, no lejos de su rancho. Encontrar un trabajo local allí y podríamos hacer esto juntos, si eso es lo que él quería. No fue por lo que me inscribí cuando decidí que quería un bebé. Tomé la decisión de hacerlo solo, lo que he estado haciendo toda mi vida.

¿Y si tiene una esposa, novia o esposo o novio? El pensamiento hace que mi estómago se revuelva. Podría estar volviendo sus vidas al revés. Entonces mi bebé tendría otra mamá. Un bulto se forma en mi garganta. Se siente como si cada vez que tengo algo bueno en mi vida, alguien o algo trata de arrancármelo.

Busqué y busqué algo de él con otra persona y no encontré nada. Leí artículo tras artículo sobre sus días de montar toros y nunca una mujer o doncel eran mencionados o fotografios con él. Él tenía una mirada dura sobre su rostro muy guapo, así que no estoy seguro de si me gustaría estar a su lado y posar para una foto tampoco.

Era difícil ver su cara en muchas fotos con el sombrero de vaquero,
pero siempre podía ver la línea severa de su boca y su dura mandíbula. Siempre parecía en cerrado en su lugar. Pensarías que si acabas de ganar una gran competencia al menos sonreirías o algo así. Nop. No él. Imagen tras imagen aún tenía esa mandíbula dura y cerrada. Casi como si no pudiera hablar. Es aterrador e intimidante. No sé cómo voy a contarle sobre este bebé.

Peor es pensar que tal vez quiera estar en la vida de este bebé y será frío y duro conmi pequeño. Yo crecí con un padre así y no fue fácil. Incluso hasta el día de hoy no puedo decir si me amaba o no. ¿Se ocupó de mí? Sí. Pero sentía más como si me aguantara porque tenía que hacerlo. No importaba si me encontraba allí o no.

Creo que preferiría que al menos se enojara o algo así. La indiferencia y frialdad me dejaban vacía y entumecida.

Lo que encontré durante mi búsqueda en Internet fue una oferta de trabajo en su rancho. Alguien para ayudar en la casa durante el verano y hacer algunos de los libros. Podría ver de cerca al padre de mi hijo antes de que tuviera que decirle la verdad.

—Señor, creo que eso es todo.—Miro a uno de los de la mudanza que ha estado empacando mis cosas para colocarlos en el depósito. Tomo el portapapeles que sostiene y firmo en la línea punteada. Me entrega la llave del depósito en la cual pusieron todo.

Mi mano se cierra alrededor de la llave que tiene casi todo lo que poseo, excepto dos maletas que he guardado en el maletero de mi auto. Incluso las cosas para la habitación del bebé que comencé a juntar han sido empacadas aquí. Retengo una lágrima, no queriendo hacer que este pobre hombre se sienta incómodo.

—Gracias —le digo, devolviendo el portapapeles.

Él asiente antes de volverse para irse.

Estoy parado en mi casa vacía. El lugar donde pensé que iba a criar a mi hijo. Una casa que habría estado llena de tanto amor. Él nunca sentiría la frialdad como yo.

Incluso sin la confusión de los donantes me habría ido de todos modos. Me mudé a esta pequeña ciudad porque quería alejarme de la gran ciudad. Soñaba con vivir en algún lugar donde todos conocían a todos. Quería tener una familia en un lugar como este.

El problema era que no podía encontrar a nadie con quien quisiera tener una familia.

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Branding The virgin¹ (kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora