Perspectiva de Minho
Minho estaba sentado en una silla de respaldo alto en medio del lujoso restaurante, con una copa de vino en la mano, encajando perfectamente en el ambiente sofisticado y elegante que lo rodeaba. La sesión de fotos iba bien; el fotógrafo, su favorito, sabía exactamente cómo capturar la imagen que Minho quería proyectar. Era una de las caras más reconocidas del modelaje, y todo el mundo esperaba perfección de él, lo que significaba que él también esperaba perfección de los demás.
Sin embargo, había algo -o alguien- que le estaba sacando de quicio.
El nuevo asistente del fotógrafo, un chico de mejillas redondas y sonrisa deslumbrante, parecía no tener control sobre sus propios pies. Apenas llevaba unos minutos allí y ya había tropezado tres veces con los cables del equipo, casi derribando las luces en una ocasión. Minho observaba cómo el chico, visiblemente avergonzado, intentaba recomponerse cada vez, su rostro rojo como un tomate, mientras susurraba disculpas. Y aunque Minho normalmente ignoraba a los asistentes, era imposible no notar la torpeza de este en particular.
“Por favor, que este chico se estabilice o no va a durar ni un segundo más aquí,” pensó, tratando de ocultar su frustración mientras mantenía su expresión estoica.
—¡Jisung, cuidado con los cables! —advirtió el fotógrafo mientras se giraba hacia el asistente, cuya atención estaba dividida entre un reflector y una serie de lentes en una mesa cercana.
—¡Sí, sí! ¡Perdón! —exclamó el chico, Jisung, con una voz que tenía un toque de nerviosismo, pero también una extraña calidez que resonaba en el restaurante.
Minho lo observó de reojo, intentando entender cómo alguien tan… desorganizado había llegado a ser aprendiz en una sesión de esta magnitud. Por alguna razón, no podía apartar la mirada de la expresión de Jisung, especialmente cuando sonreía para disimular su torpeza. Había algo en su sonrisa de corazón, en sus mejillas redondeadas, que hacía que pareciera tan... fuera de lugar y, al mismo tiempo, extrañamente encantador en ese ambiente de lujo y perfección. Pero Minho sacudió esos pensamientos, recordándose que estaba allí para trabajar, no para prestar atención a un asistente novato.
Cuando Jisung, en su intento de moverse rápido, casi derribó un juego de luces, Minho no pudo evitar rodar los ojos.
—¿Qué, exactamente, estás intentando hacer? —preguntó Minho, su tono tan seco como su mirada.
Jisung se quedó congelado, claramente nervioso, con los ojos muy abiertos al darse cuenta de que Minho, el mismísimo Lee Minho, le estaba hablando.
—Lo... lo siento —murmuró Jisung, con una voz temblorosa pero llena de sinceridad—. Solo… solo estoy intentando ayudar.
Minho arqueó una ceja, observando al chico frente a él. ¿Ayudar? Siendo tan torpe, estaba haciendo justo lo contrario. Pero había algo en sus ojos, una mezcla de nerviosismo y determinación, que hizo que Minho no pudiera decir nada más mordaz. Así que solo suspiró.
—Entonces, por favor, ayuda sin tropezar con cada cable, ¿quieres? —dijo con tono severo, pero con una pizca de paciencia que no solía mostrar.
Jisung asintió rápidamente, con una sonrisa avergonzada, como si estuviera agradecido de no haber sido despedido en ese mismo instante.
—¡Lo haré mejor! Lo prometo —dijo con una pequeña inclinación de cabeza, su expresión llena de resolución.
Minho lo observó mientras volvía a su tarea, esta vez moviéndose con un poco más de cuidado, aunque todavía no podía evitar un par de tropiezos menores. ¿De dónde sacaron a este chico? se preguntó. Sin embargo, en el fondo, no podía negar que había algo refrescante en la actitud de Jisung. En un mundo donde todos a su alrededor parecían siempre tensos, tratando de complacer o de impresionar, Jisung era simplemente… él mismo, incluso cuando eso significaba tropezarse en medio de una sesión de fotos de alto perfil.
Minho intentó concentrarse en su trabajo, pero su atención seguía desviándose hacia Jisung. Cada vez que el chico intentaba moverse con más cuidado y aún así tropezaba, Minho no podía evitar una sonrisa leve que rápidamente ocultaba antes de que alguien lo notara. Había algo en esa torpeza alegre que, por muy molesta que fuera, no le resultaba del todo desagradable. Vaya problema tengo aquí, pensó, mientras reprimía un suspiro.
Cuando la sesión estaba a punto de terminar, Jisung, con algo de esfuerzo, logró mover un equipo sin causar ningún incidente. Esta vez, Minho lo miró de manera diferente, con una ligera, casi imperceptible, aprobación.
—Hiciste un buen trabajo al final —comentó Minho en un tono bajo cuando pasó junto a Jisung, quien lo miró con sorpresa.
Los ojos de Jisung se iluminaron, como si esas palabras fueran lo mejor que había escuchado en todo el día.
—¡Gracias! ¡Haré lo mejor la próxima vez, lo prometo! —dijo, sonriendo ampliamente con esa sonrisa de corazón que Minho había intentado ignorar.
Minho asintió y se dirigió hacia la salida. Mientras se iba, no pudo evitar sonreír un poco. Quizás, después de todo, tener a alguien tan diferente alrededor no era tan malo.
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Un príncipe de revista (Minsung)
FanfictionHan Jisung es auxiliar de fotografía de lujo. Lee Minho es un modelo de alto nivel que en una sesión de fotos quiere que alguien le ayude al chico torpe que se incorporó al equipo.