09: Confesiones Bajo la Luna

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La noche se estiraba ante ellos como un lienzo en blanco, las luces del penthouse parpadeando suavemente mientras Jimin observaba a Jungkook, quien se acomodaba en el sofá, todavía en un estado ebrio y despreocupado

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La noche se estiraba ante ellos como un lienzo en blanco, las luces del penthouse parpadeando suavemente mientras Jimin observaba a Jungkook, quien se acomodaba en el sofá, todavía en un estado ebrio y despreocupado. Las copas vacías se apilaban en la mesa de café, y aunque Jimin trataba de mantener una distancia emocional, sentía que había un tema no resuelto entre ellos, algo que Jungkook parecía estar a punto de desvelar.

—Jimin —comenzó Jungkook, su voz un poco más baja de lo habitual—. Hay algo que necesito decirte.

Jimin se giró hacia él, intrigado. Sabía que Jungkook tenía una personalidad exuberante, pero en ese momento, había un aire de seriedad que despertó su curiosidad.

—Dime —respondió, intentando sonar casual.

Jungkook se quedó mirando la nada durante un momento, como si las palabras estuvieran atrapadas en su mente. Finalmente, inhaló profundamente y continuó:

—No me gusta la idea de enamorarme, Jimin. Nunca me ha gustado —dijo, dejando que el peso de sus palabras se asentara entre ellos.

Jimin frunció el ceño, intentando entender la profundidad de lo que Jungkook estaba compartiendo.

—¿Por qué? —preguntó, con curiosidad genuina. —¿Acaso tienes una razón específica?

Jungkook lo miró, sus ojos reflejando un torbellino de emociones.

—Cuando era más joven, tenía un mejor amigo, Taehyung —empezó, su voz temblando ligeramente al recordar—. Estábamos tan unidos. Éramos inseparables. Me gustaba, y pensé que si se lo decía, podría haber algo entre nosotros.

Jimin sintió que su corazón se encogía al escuchar la historia. Podía imaginar a un Jungkook más joven, lleno de esperanza y amor, pero también sabía que esa luz podía apagarse con una mala experiencia.

—¿Y qué pasó? —preguntó con cautela.

—Un día, finalmente reuní el valor y le confesé mis sentimientos. Me aceptó, pero luego, a mis espaldas, se burló de mí con sus amigos. Fue... humillante.

La vulnerabilidad en la voz de Jungkook resonó en Jimin. Podía sentir la tristeza detrás de cada palabra, y la imagen de Jungkook, sufriendo y burlado, lo hizo sentir una mezcla de ira y compasión.

—Lo siento, Jungkook —susurró Jimin, queriendo cruzar la distancia entre ellos, pero sintiéndose impotente—. No debió haberte hecho eso.

Jungkook se encogió de hombros, intentando restarle importancia, pero la mirada perdida en su rostro decía todo lo contrario.

—Desde entonces, decidí que nunca más me enamoraría. El amor solo trae dolor. La gente puede ser cruel. Prefiero mantenerlo casual, sin ataduras, sin compromisos. Es más fácil así —concluyó, como si esas palabras fueran un mantra que había repetido una y otra vez.

Jimin sintió que una punzada de dolor se instalaba en su pecho. La idea de que Jungkook se cerrara a la posibilidad de amar era devastadora. Él sabía que el amor podía ser complicado, pero también podía ser hermoso, y quería que Jungkook lo viera.

—Jungkook —dijo Jimin con firmeza, mirando a los ojos de su compañero—. No todas las personas son así. Existen personas buenas que están dispuestas a entregarse al amor sincero. No deberías dejar que una mala experiencia arruine todo lo que podría ser hermoso.

—¿Y qué si me lastiman de nuevo? —respondió Jungkook, con un atisbo de desesperación en su voz—. No quiero volver a sentir ese dolor. Me da miedo.

—Entiendo tu miedo, pero el amor no es solo dolor —aseguró Jimin, sintiéndose más valiente al hablar—. Es crecimiento, es apoyo, es aprender a ser vulnerable con alguien. A veces, te encuentras con personas que te hacen querer arriesgarte.

Jungkook lo miró con una mezcla de incredulidad y curiosidad. Era como si las palabras de Jimin abrieran una puerta a una posibilidad que había mantenido cerrada durante tanto tiempo.

—Pero, ¿y si no es así? —preguntó Jungkook, la fricción entre el escepticismo y el deseo de creer en algo mejor evidente en su expresión.

—Nunca lo sabrás si no lo intentas —respondió Jimin, sintiéndose un poco más seguro de sí mismo—. La vida es un riesgo. Lo que pasó con Taehyung no define lo que puede ser tu futuro. Te lo prometo.

Jungkook se quedó en silencio, sus ojos examinando el rostro de Jimin, como si tratara de encontrar respuestas en su sinceridad. Aunque había dudas en su corazón, la calidez de las palabras de Jimin comenzaba a romper las paredes que había construido a su alrededor.

—Tal vez... tal vez tienes razón —murmuró Jungkook, casi para sí mismo—. Pero no sé si puedo dejar de lado mis miedos.

Jimin sonrió suavemente, sintiendo que la conexión entre ellos era más fuerte que antes.

—No tienes que hacerlo de inmediato. Solo considera que hay algo más allá del dolor. Hay amor verdadero, Jungkook. Y te lo digo porque creo que lo mereces.

Ambos se quedaron en silencio, el peso de la conversación asentándose entre ellos, y aunque el camino hacia la sanación no sería fácil, Jimin sentía que tal vez, con el tiempo, Jungkook podría encontrar la manera de abrirse de nuevo al amor.

Ambos se quedaron en silencio, el peso de la conversación asentándose entre ellos, y aunque el camino hacia la sanación no sería fácil, Jimin sentía que tal vez, con el tiempo, Jungkook podría encontrar la manera de abrirse de nuevo al amor

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Perdonen si está un poco aburrido, me excuso en que esta conversación es importante. El que Jungkook aclare sus sentimientos genera una empatía necesaria en Jimin, solo así podrán dar el siguiente paso.

Explicit Ver. (Kookmin +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora