Presente

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Alastor caminaba por las calles con  su clásica sonrisa y sus manos en los bolsillos.
Desde lejos vió su destino, el gran palacio de los Mornigstar. Hoy era la batalla que hacía cada año Charlie, dónde todos se mataban entre todos, no existen los amigos ahí, todo era agresividad, eso le encantaba a Alastor.
Toco el timbre y le abrió una de las sirvientas.
-Pase, la señorita Charlie le está esperando en su oficina-
Subió las escaleras hasta llegar a la puerta de la oficina y la toco.
-Pase- Dijo una voz en su interior.
Al entrar encontró una rubia sentada en una silla mientras miraba su celular.
-Hola, querida Charlie- Dijo Alastor.
-Oh, Alastor, te estaba esperando. Ven, siéntate- Contesto la rubia.
Charlie espero a que se sentará para poder hablarle.
-Como sabes hoy es la gran batalla que hago cada año- Dijo Charlie
-Si querida-
-Y me e dado cuenta que no se ha presentado todo los pueblerinos del infierno- Dijo- Así que quiero que me hagas un favor
-¿De que se trata ese favor?
-Mata a todos los que no vengan-
En el rostro de Alastor se formó una sonrisa traviesa.
-Sería un placer, majestad.
-Gracias Alastor, ya puedes retirarte.
Salió del palacio mientras se dirija a tomar un té con su querida amiga Rosie. Estaba ansioso para que comenzará la batalla, podía matar a unos cuantos pecadores o hacer buenos tratos con ellos lara conseguir sus almas.
De mientras, Charlie discutía, como todos los días, con una de sus sirvientas.
-JAJAJA, ES IMPOSIBLE, COMO MI PADRE VA A CANCELAR LA BATALLA MALDITA IMBÉCIL- Gritaba Charlie.
-E-Eso es l-lo que me d-dijo su padre, señorita morningstar- Dijo la sirvienta atemorizada.
-¡¿Me estás tomando de estúpida?!-Grito nuevamente
-L-Le juro que d-dijo eso- Respondió.
Charlie le agarro la muñeca bruscamente.
-Mira, vas a ver por maldita mentiro-
No pudo terminar de hablar, una de sus sirvientas entró a la habitación.
-Señorita Mornigstar, su padre la quiere ver ahora en su habitación- Dijo está
Soltó el brazo de la sirvienta con agresividad y se retiró de la habitación dirigiéndose a la de su padre. Cuando estaba en la puerta, respiro profundamente y hizo una falsa sonrisa de amabilidad.
Entro la habitación y vió su padre haciendo sus estúpidos patos. Su padre siempre fue un idiota, creyendo cada palabra que dice su amada hija, creyendo que su hija es una gran persona...
-Oh, no te vi Char- Dijo su padre sorprendido.
-Hola pa- Respondío Charlie con una falsa voz serena-Me dijieron que me buscabas.
-Así es, te quería decir que la batalla se va a cancelar-Dijo tranquilamente Lucifer.
-QUE- -Dijo atónita. Era imposible, su padre hacía todo lo que ella le pedía- ¿POR QUE?
-E oído de que los obligas a ir, ¿es cierto?- Respondió
- ¿Enserio les crees?-
-Bueno, siempre has sido una gran hija, ayudando a todos siempre que puedes, apoyándolos. Cuando me dijieron eso, me quedé sorprendido, por eso te pregunto Char- Respondío con una mirada de orgullo y confusión hacía su hija.
-Es todo falso Padre, no les creas- Mintió
Lucifer se quedó pensando por un momento. Miro a Charlie con una sonrisa.
-Te dejo hacer la batalla-
-GRACIAS PA- Abrazo a su padre y salió de la habitación con una maliciosa sonrisa.
                  < - • Vaggie • - >
Vaggie estaba entrenando en la sala privada de Camila.
Ya había crecido y había mejorado sus habilidades en el combate.
Tenía el pelo recogido con un gran moño. Masacraba a los bots como si fueran moscas. Al destruir a todos se sentó en una banca con la cara sudada y tomó agua.
Después de que Camila y sus hijas la hallan rescatado su vida cambio para bien. En cada exterminio, iba con sus hermanas y agarraba la mayor cantidad de armas que pudieran para después fundir los metales y hacer nuevas armas, la cual vendían a los pecadores.
Sus hermanas eran las mejores con ella. Si Vaggie se lastimaba, Odette ya estaba ahí curandola con un botiquín; si Vaggie estaba aburrida, Clara ya estaba ahí para hacerle pasar genial y bromear con ella; eran las mejores hermanas mayores. Ese día las dos estaban muy ocupadas con papeleo, así que Vaggie fue a entrenar en la sala de batalla de su madre. Después de destruir muchos bots decidío dar un paseo por el infierno, no le gustaba mucho, pero no sabía que más hacer.
Salió de la mansión Carmine y camino tranquilamente mirando a su alrededor, pero observo algo extraño. No había absolutamente nadie en las calles, no absoluto sonido. No sé  escuchaba las peleas y los insultos de todos los días, no se escucha disparos, ni gente comiendo desesperadamente a otro pecador, era todo... serenidad.
Vaggie estaba completamente confundida, eso no era común en el infierno, así que decidió ir a preguntarle a su madre.

-Hoy es la batalla que hace cada año Charlie Mornigstar-
-¿La princesa del infierno, no?-Pregunto Vaggie.
-Aja- Respondió su madre, andaba distraída llenando papeleo.
-Yyy... Puedo ir?-
-DEFINITIVAMENTE NO, ¡¿SABES CUANTOS MUEREN AHÍ?!-
-Pero madree, tu sabes que soy muy buena peleando, destruyó a todos los bots en la sala de entrenamiento y...-
-Nunca has estado en una pelea de verdad Vaggie-Le interrumpió Camila-Además, imagínate que te encuentres cara a cara con la princesa. Ella esta demente, no le tiene piedad a nadie ni a nada.
-Uff, está bien madre, adiós- Suspiro Vaggie, dirigiéndose a la puerta.
-Adiós hija, te quiero-
-Yo también ma...





Hace como 3 meses que no actualizo, uff. Tenía un bloqueo de escritura 😔👊 Pero logré salir de eso gracias a otra historia que leí 😁. Debo decir que escribí más aquí, y ya no voy a tardar tanto en escribir otro capítulo 😅.
Muchas Gracias por leer y nos vemos! 😁🫶






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