꧁ 𝐄𝐥 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐚 ꧂

cap 9:verdad y realidad

Me quedé paralizado sin saber cómo reaccionar ¿esa era la verdad de todo? No terminaba de comprenderlo ya que fue algo muy resumido y cuando la miraba a los ojos no encontraba más que duda y misterio estaba claro que algo ocultaba, sabía que existían monstruos humanos y que yo era uno de esa población pero jamás me había atrevido a violar a una mujer, cuando reaccione note que Alessa ya no estaba en la habitación, camine y me puse a buscar entre los archivos aver si podía encontrar algo que resolviera algunas de mis dudas pero no encontré nada muy interesante hasta que encontré una carpeta en las cuales contenía papeles médicos de Alessa en los cuales trataban heridas de látigos, quemaduras, puñaladas y ¿abortos? En el lapso de 2 meses Alessa tuvo 4 abortos entre sus 15 y 16 años de edad, ese tipo era un monstruo total. Seguí buscando pero no había mucho que me ayudará me dejaban más dudas que respuestas supongo que Alessa me lo contara cuando tenga más confianza en mi, a pesar que desde que llegue aquí empece a comportarme de forma menos egocéntrica y arrogante por alguna razón había olvidado mi propósito que era apoderarme del reino y tirar guerra al Reino de mi padre pero con solo un día estando aquí logre cambiar bastante y es extraño porque con ella no tengo la necesidad de ser así simplemente me nace ser con ella lo que no soy con los demás y es raro porque siento una conexión extrañamente familiar con ella, un dolor en mi costado me saco de mis pensamientos y mire mi costado que empezaba a sangrar otra vez, suspire y empece a subir las escaleras saliendo de esa habitación, meti el libro y una estantería volvió bloquear la puerta. Camine por la Biblioteca maravillado por la linda arquitectura y las pinturas tan lujosas que habían, nunca había visto algo parecido Los muebles de oro y habían sofás de cuero negro muy bellos, se notaba que habían gastado millones de dinero en esto, caminando mire a Alessa sentada cerca de un hermoso ventanal por el cual miraba el cielo nublado.

—¿se encuentra bien?— pregunte sentandome a su lado.

—es difícil recordar ese tipo de cosas tan horribles, a pesar de que la mayoría es mi culpa, aun así ¿usted desea quedarse aquí conmigo? — dijo ella soltando un suspiro y sosteniéndose la cabeza.

—lo imaginé, nunca crei que fuera tan perturbadora y más con lo que Hiram le hacía a usted— dije acercandome y por una vez mire a alguien con sentimiento, la mire con tristeza, una tristeza tan profunda que me dolía el corazón de saber que gente tan mala la había hecho sufrir tanto.

Mire como se quedó callada mirando un punto fijo quería abrazarla y hacerle sentir que no estaba sola pero no se ¡todo es un desmadre total! ¡¿Que me estaba pasando?! ¡Ni puta idea! Ella tiene un algo en no se donde que hace que me nazca ser bueno con ella por primera vez estoy siendo bueno con alguien, la última vez que yo fui así con una chica ella término muriendo años atrás pero Alessa tiene algo especial en ella que uno no sabe que hacer porque ¡te vuelve loco!
La mire fijamente tratando de ocultar que en mi interior estaba pasando un caos total.

—su Majestad ¿la historia de luscus es así como la pintan las leyendas?— le pregunte curioso ya que era una de las dudas que tanto tenía.

Ella negó y se levantó de la silla caminando a un estante, se quedó parada buscando algo y luego tomó un libro del estante para acercarse a mi y sentarse a mi lado, puso el libro en la mesa y lo abrió para empezar a leerlo.

𝐇𝐚𝐜𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐚𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐥𝐥𝐞𝐢𝐧 𝐞𝐫𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨, 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐢𝐨́ 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐥𝐞𝐢𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐥 𝐬𝐞 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐛𝐚 𝐀𝐥𝐞𝐬𝐬𝐚 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐨𝐯 𝐝𝐞𝐥 𝐳𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨́𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐲 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐬𝐞 𝐜𝐚𝐬𝐨́ 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐞𝐝𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐚𝐥 𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐲 𝐭𝐮𝐯𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝐡𝐢𝐣𝐨 𝐚𝐥 𝐜𝐮𝐚𝐥 𝐥𝐥𝐚𝐦𝐚𝐫𝐢́𝐚𝐧 "𝐥𝐮𝐬𝐜𝐮𝐬"
𝐔𝐧 𝐝𝐢́𝐚 𝐞𝐱𝐚𝐜𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐮𝐧 𝟐 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐲𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝟓𝟎𝟎 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́ 𝐞𝐬𝐞 𝐧𝐢𝐧̃𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐥 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́ 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥, 𝐭𝐞𝐧𝐢́𝐚 𝟔 𝐝𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐲 𝐩𝐢𝐞, 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐲 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐝𝐨𝐫𝐧𝐚𝐛𝐚𝐧 𝐬𝐮 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚, 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨𝐫𝐢𝐳𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐥𝐨, 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐥𝐨 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞́𝐧 𝐲 𝐬𝐞 𝐧𝐞𝐠𝐚𝐛𝐚 𝐚 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐞 𝐞𝐫𝐚 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐨, 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐲 𝐜𝐨𝐧 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐩𝐞𝐬𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐭𝐮𝐯𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐬𝐢́ 𝐟𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐧𝐢𝐧̃𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐚 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝟓 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐟𝐮𝐞 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐣𝐚𝐝𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐟𝐚𝐥𝐥𝐞𝐜𝐢𝐨́ 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐡𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐣𝐚𝐝𝐨, 𝐞𝐥 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐲 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐑𝐞𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨 𝐞𝐥 𝐜𝐮𝐚𝐥 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐨́ 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐥𝐞𝐢𝐧 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝟒 𝐌𝐚𝐠𝐨𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫𝐨𝐬𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐮𝐧𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫 𝐮𝐧 𝐣𝐚𝐫𝐫𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐚́𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐚𝐧𝐜𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐥 𝐲 𝐥𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐮𝐬𝐜𝐮𝐬 𝐞𝐥 𝐜𝐮𝐚𝐥 𝐟𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐫𝐫𝐨𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐫𝐫𝐨́𝐧, 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐨 𝐩𝐚𝐬𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́ 𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐥𝐞𝐢𝐧.

—la magia no se perdió ya que soy la única que sabe usarla y la guerra entre norte y sur fue porque tus ancestros robaron el jarrón— dijo ella con los brazos recostados en la mesa.

—wow...—dije algo impresionado con la verdad de la historia ya que para muchos "luscus" era un demonio salido del infierno que castigaba a la gente por sus pecados o mataba sin piedad porque si y en realidad sólo era una oveja negra que no fue aceptada por su familia y el único que lo amaba fue arrebatado de sus brazos. La mire y tenía la mirada perdida con una chispa de melancolía en sus ojos, me sentía como un egoísta ignorante por pedir la historia sabiendo que hiba a ser duro para ella mostrarme esto y más con algo tan delicado, empezaba a cuestionarme que estaba pasando con todo esto y mi realidad, sin darme conciencia propia de mi cuerpo estaba acariciando su cabello y su risita adorable me saco de mis pensamientos.

—¿Que? — pregunte mirándola y en sus ojos había una chispa de diversión.

—¿enserio vas a quedarte? — me pregunto mirándome a los ojos fijamente como si buscara en mi algún indicio de mentira pero lo único que había en mi ahora era sinceridad.

—sí, voy a quedarme a tu lado— respondi manteniendole la mirada y seguí acariciando su cabello, escuche como soltó una risa y cerró los ojos.

—estas loco, Aidan ¿como vas a quedarte con un monstruo como yo? Y aún más sabiendo todo la verdad—dijo y abrió los ojos para mirarme fijamente, esos ojos verdes... Tan hermosos como las esmeraldad, esos ojos tan bellos que quieren desnudarte el alma con solo una mirada estaban puestos en mi.

—me quedaré contigo pase lo que pase, conmigo ya nunca más estarás sola, lo prometo— dije tomando su mano y ella solo soltó una risita alegre.

—no eres tan malo después de todo—dijo ella sonriendo yo solo sonreí.... Espera un momento... ¡¿TAN MALO DESPUÉS DE TODO?!

—¡¿DISCULPA?!—dije ofendido y frunci el seño arrugando la frente, escuche como se empezó a reír a carcajadas y mi seño fruncido se relajo la mire reírse a carcajadas escuchando la dulce melodía de su risa, tan dulce como la sangre derramada de un inocente...

Ella se seguía riendo mientras se agarraba el vientre, se veía tan hermosa que yo también me puse a reír con ella y en mi mente paso un deja Vu, sentía que esto ya lo había vivido pero no recuerdo con quien era pero esa risa... Se me hacía tan conocida, esas pestañas largas y crespas que adornaban sus ojos sentía que ya las había admirado, salí de mis pensamientos y la abrace por un impulso de mi corazón, sentí que ella me correspondió el abrazo sentía su cuerpo tan finito contra mi pecho y su cabeza recostada en mi hombro, mis manos encajaban perfectamente en su cintura, mis brazos rodeaban su fino y delicado cuerpo con tanta facilidad, simplemente cerré los ojos y me deje llevar por su abrazo, Oli su cabello y la pegue más a mi cuerpo sintiendo su calor, sentí como todo se desvanecia a nuestro alrededor era extraño o bueno para mi lo era, desde que tenía edad para casarme mataba a todas mis pretendientes porque me daban asco, simplemente no estaban a mi altura pero con Alessa es tan diferente sin darme cuenta con ella deje de fingir, simplemente ella es tan.... Diferente a las demás que ella sería perfectamente capaz de volver una flor marchita a todo su esplendor ¿esta es mi realidad? ¿Esto soy ahora? ¿Y mi egocentrismo? ¿Donde quedó todo lo que caracterizaba a Aidan ravenger? Esas y otras preguntas pasaban por mi cabeza dándome un fuerte choque de realidad.

—Aidan— me llamó ella mirándome a los ojos, su voz me saco de mis pensamientos y la mire.

—si ¿su Majestad?— pregunte mientras me separaba un poco para mirarla sin romper el abrazo.

—gracias— dijo ella para cerrar los ojos y abrazarme más fuerte mientras escu hablamos como la lluvia empezaba a caer.