Demostrado Cambios

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Richard ⚽️

Desperté temprano, con la determinación de que este sería un día diferente, un día en el que podría empezar a demostrarle a Sofía que estaba realmente comprometido. Sabía que no sería fácil ganarme de nuevo su confianza, y que una noche de flores y cenas no iba a borrar lo que había pasado. Tenía que esforzarme, ser paciente y mostrarle que estaba dispuesto a cambiar por completo.

Me levanté sin hacer ruido y decidí preparar el desayuno. A Sofía le gustaban los pancakes con frutas frescas, así que me puse a cocinar, intentando recordar cada detalle que a ella le gustaba. Cuando estaba a punto de terminar, escuché sus pasos suaves viniendo hacia la cocina.

-¿Despertaste tan temprano? -preguntó con voz somnolienta, mientras me miraba sorprendida desde el umbral de la cocina.

-Quise darte una sorpresa -respondí, mostrándole la bandeja con pancakes, frutas y jugo fresco-. Sé que es un pequeño detalle, pero quería empezar el día haciéndote sentir especial.

Ella sonrió ligeramente, y ese pequeño gesto me dio un poco de esperanza. Nos sentamos a desayunar en silencio, compartiendo sonrisas y algunas miradas que, aunque tímidas, decían mucho. Sabía que el silencio entre nosotros no era vacío, sino que cargaba una historia, una conexión que necesitaba ser reconstruida.

Después del desayuno, la invité a dar un paseo.

-¿Te gustaría salir a caminar un rato? -le pregunté-. Pensé que podríamos ir al parque, y simplemente hablar... sin presiones.

-Me parece bien -respondió suavemente, y noté un brillo en sus ojos que hacía días no veía.

Salimos y caminamos despacio, disfrutando del aire fresco de la mañana. Estábamos en silencio, pero era un silencio que no me incomodaba; al contrario, sentía que era el espacio que ambos necesitábamos para procesar todo lo que había pasado.

Finalmente, después de un rato, me animé a romper el silencio.

-Sofía, sé que no será fácil perdonarme, y no espero que todo vuelva a ser igual de inmediato -dije, sintiendo el peso de cada palabra-. Pero quiero que sepas que estoy aquí, dispuesto a hacer todo lo necesario para recuperar lo que teníamos.

Ella me miró, deteniéndose frente a mí, y vi cómo su mirada se tornaba seria.

-Richard, quiero creer en tus palabras -dijo con un tono sincero, pero también dolido-. Pero esta vez necesito que tus acciones hablen más que tus promesas.

Asentí, completamente de acuerdo.

-Lo entiendo, y eso es justo lo que quiero hacer. No más palabras vacías. Solo hechos -le respondí, y tomé su mano, sin apretar demasiado, dejando que ella decidiera si quería mantener el contacto.

Afortunadamente, no la retiró.

Continuamos caminando, hablando sobre cosas cotidianas, de nuestras familias, de nuestros amigos y hasta de las próximas eliminatorias. Fue una conversación relajada, una en la que sentí que por fin, después de tantos días, estábamos reconectando de una forma genuina.

Antes de regresar al apartamento, pasamos por una pequeña tienda y vi una pulsera de oro delicada que me recordó a Sofía. Sin pensarlo, la compré y se la entregué en el momento.

-Esto es solo un recordatorio de que siempre voy a estar aquí para ti -dije, poniéndosela suavemente en la muñeca-. Un símbolo de lo mucho que significas para mí.

Ella miró la pulsera y luego a mí, y aunque no dijo nada, su expresión me dejó saber que, poco a poco, estábamos avanzando.

El camino sería largo, pero por primera vez sentí que ambos estábamos dispuestos a recorrerlo juntos.

Si tú supieras |Richard Rios|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora