Creppy Show - Hyunlix.

Visiones.

Desde que Hyunjin conoció a Felix fue completamente consiente de que este sería el amor de su vida y aunque sus padres no lo apoyaron en absoluto en principio diciendo que solo era una etapa de confusión y que pronto sentaría cabeza y se casaría con una hermosa mujer, aquello nunca paso.

No se arrepintió ni por uno solo segundo de elegir en Felix, de ahora en adelante seria solo ellos dos y la familia del pecoso, solo que dos años después de matrimonio ya no sería solo dos. Luego de un largo proceso de adopción finalmente la pequeña Kyujin llego a sus vidas, una bebé de cinco meses que había llegado a sus vidas para alegrar su ya perfecta relación.

Con Kyujin ahora en sus vidas el panorama se veía completo, felicidad y amor, al menos eso pensó Hyunjin hasta que un fin de semana siete años después de adoptar a su hija algo extraño ocurrió, algo que cambiaría su vida, la de Felix y la Kyujin para siempre.

Habían llegado la noche anterior y con suerte se habían dado a la tarea de sacar sus pijamas y caer rendidos en sus camas. La primera noche de aquellas vacaciones Hyunjin despertó a eso de las tres de la mañana viendo a Felix mirar por la ventana, su mirada aparentemente perdida.

— ¿Amor? —No hubo respuesta — ¿Yongbokie? —Volvió a llamar colocándose tras su esposo acariciando sus hombros — ¿Pasa algo? —termino por preguntar mientras dejaba un beso en su pecosa mejilla.

—Tuve un mal sueño. —Dijo sin dejar de mirar por la ventana.

— ¿Quieres contarme?

Primero negó apartando los ojos de la ventana para finalmente mirar Hyunjin —No va a gustarte, solo fue un mal sueño. No me prestes tanta atención.

—Vivo para darte atención a ti y a nuestra hija, amor. —Esta vez beso sus labios, Felix siempre sabía tan bien, siempre era tan suave y masculino al mismo tiempo. Iban para diez años juntos y no podía encontrar la manera de cansarse del intenso amor que le tenía. —Te amo.

—Yo también te amo, Hyune —lo abrazo fuerte mientras dejaba pequeños besos en su cuello —iré a ver a Kyujin.

—Bien, después vuelve a la cama. Voy arrullarte hasta que te duermas.

—No soy un bebé —dijo entretenido.

—Pero eres mi esposo y quiero que te duermas en mis brazos, ¿algún problema? —Felix negó con la cabeza y lo beso antes de salir de la habitación.

Aquella situación de Felix despertando en medio de la madrugada, luciendo preocupado y en algunas ocasiones con lágrimas en los ojos había estado sucediendo las últimas dos semanas. Siempre concluía con el diciéndole a Hyunjin que era mejor que no supiera lo que había soñado, luego se aseguraba de que Kyujin dormía para luego dormirse en brazos de Hyunjin, pero Hyunjin comenzaba a tener un mal presentimiento, Felix era uno por el día, contento, sonriente, brillante como siempre y por la noche era taciturno, preocupado y triste.