Capítulo 20: Ni siquiera...

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La tarde pasó volando, se me hacía increíble que pueda estar cerca de Serena sin necesidad de perseguirla, había sido una semana difícil para mi, y aunque hoy me sentía muy cansado, solo verla entrar y salir mientras que me traía las carpetas de las historias era suficiente. Me dolía no poder besarla o estar junto a ella como antes, pero consideraba que esta era una señal para iniciar con el pie derecho.

Cerca a las 8pm, terminó mi turno y sabía por el rol del sistema que el de Serena también, solo que ella tenía que guardar las cosas de recepción y las carpetas de Historias antes de irse. Tuve el impulso hablarle cuando se llevó mi última historia, pero preferia ir al estacionamiento para sacar mi carro y esperarla en la salida. Así iba ser más difícil que me rechace.

—Hasta luego Doctor Chiba —me dijo un coro de enfermeras que no me habían dejado de mirar desde que ingrese.
—Hasta luego, licenciadas.

Cuando vi a Serena salir, la segui en silencio hasta la esquina, donde hice sonar mi bocina al punto de hacerla sobresaltar.

—Te llevó.
—No es necesario —respondió nerviosa —, se tomar un bus.
—Lo se— dije evitando dejarme llevar por mi molestia —, pero vamos para el mismo sitio. Tengo que recoger a Rocky, es ilógico que cada uno vaya por su lado.

Ella se lo pensó un poco pero luego accedió. El camino fue en completo silencio, nunca antes un silencio hacía sido tan incómodo junto a Serena. Siempre que estaba con ella, solo podía sentir paz, ahora era diferente y eso empezaba a ser algo malo.

Cuando llegamos al departamento, tuve un atisbo de nostalgia, hubiera sido genial llegar juntos, riéndonos, amándonos, haciendo planes para la noche... Pero solo estaba aquí como una pareja de padres que tenían un hijo en común... Rocky.

En recepción, el encargado de la seguridad me miró y yo tuve que hacerle un gesto para que no hable de más.

—Srta. Tsukino, le dejaron este encargo.
—Gracias Alex —dijo ella recibiendo la pequeña caja que estaba envuelta con un rozon de regalo.
—¿Te ayudo? —le pregunté al notar que se le complicaba entre su bolso, sus zapatos a los que ella no estaba acostumbrada a usar y la dichosa caja que solo despertaba mi curiosidad.

Optó por darme su bolso.

Llegamos al departamento y pude ver que su sola presencia le daba luz a este espacio, lo más hermoso fue que Rocky me recibió con ladridos y lengüetazos.

—Hola amigo —acarició su cabeza —. ¿Cómo has estado?
—Aquí están sus juguetes y su comida —me dijo —, he intentado cumplir con el régimen de alimentación pero no me quiere hacer caso esta muy caprichoso y ha optado por echarse en el sofá y la otra vez orino la alfombra. Espero puedas educarlo, no entiendo porque se comporta así conmigo.
—Quizá eres muy complaciente —le explique.
—¿Eso es lo que crees? No me crees capaz de educar a un perro.
—No dije eso. Solo que por lo general las mujeres son muy complacientes con las mascotas —dije intentando calmarme, este estira afloja con Serena no me estaba gustando —. Mi otra opción es que me extraña.

Ella hizo una mueca de tristeza.

—Es normal Serena, así como al llevármelo te extrañará a ti. Esta acostumbrado a los dos y el no entiende que que tu y yo estamos separados.
—No te preocupes, lo entiendo. Le dedicaré más tiempo ahora que ya tengo un rol fijo.
—Te lo entregaría el lunes en la noche. ¿Esta bien? —pregunté y ella asintió —. ¿No vas a abrir tu presente?
—Ya después —dijo ella.
—¿Tienes miedo a que lo vea? —levante una ceja.
—No es eso Darien... Solo que no creo que sea una obligación hacerlo al frente tuyo.
—Tienes razón, no es ninguna obligación. Quería proponerte... —el sonido de su celular nos interrumpe, veo de reojo al inoportuno y es Dereck, veo a Serena que se debate entre responder o no —. Responde, te espero para hablar.

Ella toma el celular y responde, dándome la espalda.

—Hola Dereck —saluda ella —, si acabo de recibirlo. No tenias porqué hacerlo —debí suponer que el regalo era de él —. No aún no lo abro, pero apenas lo haga te mensajeo. Ahora estoy ocupada, que tengas una buena noche.

Ella colgó la llamada y volteo lentamente a verme, supongo que no podía ocultar mi expresión porque ella se notaba asustada al mirarme.

—No sólo me ocultas cosas, sino que ya invitaste a tu amiguito a la casa.
—No te oculte nada... Y no traje a Dereck a este espacio —respondió.
—Entonces, como explicas el regalo
—Pues, el otro día salía a cenar con él y me acompaño hasta la casa, no creo que eso tenga algo de malo —me enfrentó.
—Tienes tiempo para él y no para una llamada hacia mí —le dije lo que sentía.
—Tu tampoco me llamaste
—Me pediste espacio —respondí.
—Entonces es probable que no te haya llamado porque necesitaba este espacio —se alteró.
—Quizá... Pero, entonces él si puede invadir tu espacio.
—Yo puedo salir con mis amigos y tu no tienes porque reclamarme. Así como tu sales con tu 'amiga'. No puedes venir ahora y hacerme una escena de celos, Darien.
—Se supone que somos amigos, pero a veces no siento que esto sea así.
—¿Por qué? Porque recibí un regalo de alguien que es mi amigo y a ti no te cae. Por lo menos él me regalo algo por estrenar casa nueva. Tu ni siquiera te has asomado a ver si me había instalado bien, solo... Solo enviaste a Andrew para que se ocupará de mi, como si fuera... Como si fuera tu hermanita, no tu amiga o la chica a quien dices amar... Ni siquiera me pediste que me quedara contigo, Darien...

Sus palabras me golpearon, pero yo solo lo hice pensando en ella... ¿Porque era tan difícil complacerla? . No dije nada más, tomé las cosas de Rocky y salí de aquel departamento sin mirar atrás. .

❤️🌹❤️

Perfecta ImperfeccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora