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CHANYEOL

—¿Qué quieres decir con “un problema”?

Estaba seguro de saber de qué estaba hablando y lo que significaba para nosotros. Sabía que esto había sido demasiado bueno para ser verdad.

Mi buen humor, mi intención de invitarnos a cenar y pasar la noche así, parecían una tontería.

¿Qué estaba pensando? ¿Que teníamos algo más de lo que era?

Cristo, ChanYeol. Por eso mantienes tus muros levantados.

No me atrevía a mirarlo por lo que él vería en mis ojos.

—JongIn lo sabe —dijo SeHun —. Sobre nosotros.

Bueno, entonces lo miré. Conmocionado.

—¿Qué? ¿Cómo?

Levantó las manos.

—No sé cómo. Él… sumó dos más dos. —Negó con la cabeza y luego se pasó la mano por el pelo—. Dijo que me conoce demasiado bien. Supuso que estaba saliendo con alguien, pero no sabía con quién. Me iba después de nuestros partidos y no me emborrachaba ni buscaba peleas. Luego agregó que viniste a nuestro puesto de trabajo y hablamos. Me sonreíste, sea lo que sea que eso signifique, y maldije delante de ti y no me despediste. — Luego se encogió de hombros—. Y hoy derribé el número cuatro de Burwood, y JongIn sabía que fue quien te golpeó la semana pasada…

—¿Tú qué?

Se detuvo y me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Yo qué? De todo lo que dije, ¿a qué te refieres…?

—¿Derribaste al número cuatro?

—Tienes toda la jodida razón, lo hice. Desde el saque inicial, el balón fue directo hacia él. Lo alineé y le golpeé justo en la nariz. — Se encogió de hombros nuevamente—. Me expulsaron. Me perdí todo el partido y probablemente también me perderé el de la próxima semana. Después me di cuenta de que era contra tu equipo y al principio estaba enfadado por eso, pero probablemente ahora sea algo bueno.

—Por qué…

—¡Porque JongIn lo sabe! Por eso. Y si corro contra ti, entonces…

—Eso no. —Lo interrumpí—. ¿Por qué derribaste al número cuatro?

—Porque se lo merecía. También se lo dije. Cuando estaba sobre un charco de sangre en el campo, le dije que era por ti. Que se joda.

Cerré los ojos y suspiré.

—Cristo, SeHun. ¿Se te ocurrió que por eso JongIn lo sabe? ¿Porque dijiste eso?

—Nadie me escuchó —respondió—. Y cara de culo no lo recordará. Estaba demasiado ocupado siendo un saco miserable de…

—SeHun.

—Se lo merecía y no lo siento.

Suspiré de nuevo.

Negó con la cabeza y apretó la mandíbula.

—Te golpeó y nadie te toca excepto yo.

Ah.

Bueno, guau.

Sus manos eran puños y se alejó de mí y gruñó.

—¡Mierda! Lo siento, no debería haber dicho eso.

Pude ver el tormento en su rostro en el reflejo de la pared de vidrio.

La verdad era que me había gustado lo que había dicho.

𝐄.𝐂.𝐁 || 𝒔𝒆𝒚𝒆𝒐𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora