LA FAMILIA DAVID
UNA FAMILIA...
CON UN LEGADO...
CON NUEVE GENERACIONES...
UN LEGADO DE RESPETO, PODER, INFLUENCIA Y TEMOR.
Desde su origen, los David han sido mucho más que una familia: representan un linaje legendario, sellado por lazos de respeto, alianzas de poder, y una reputación de influencia incuestionable. Cada generación ha sido testigo de un estricto código, diseñado para proteger la apariencia de una familia unida e invencible, dedicada a la supervivencia y al honor de su legado.
Su historia, sin embargo, no es solo de éxito y respeto; también está marcada por secretos oscuros y un destino del que no pueden escapar. Desde la tercera generación, el linaje de los David ha cargado con una oscura herencia: una maldición que se aferra a cada miembro, una sombra que los sigue sin descanso, silenciosa y letal.
UNA MALDICIÓN QUE LOS PERSIGUE
Esta maldición, que nadie fuera de la familia conoce, es un presagio ineludible de muerte y desgracia. Cada vez que se avecina un acontecimiento trágico, los hermanos David sufren síntomas inexplicables y aterradores. Las náuseas llegan de repente, invadiendo sus cuerpos sin aviso. Despiertan en la madrugada, con la sensación de que algo va mal. Ninguno puede ignorar estas señales; han aprendido, con el paso de los años, que siempre son el preludio de una tragedia.
Horas antes de recibir la noticia de una pérdida, de la muerte de alguien querido o relevante, el malestar se intensifica, convirtiéndose en una tortura física y mental. Están atados a esa agonía sin poder evitarla ni mitigarla. Cada hermano sufre en silencio, atrapado en un ciclo de anticipación y desesperación.
Finalmente, cuando la muerte se confirma y la noticia llega a sus oídos, las náuseas cesan... pero solo para dar paso a un fenómeno aún más siniestro. El vómito comienza de nuevo, pero esta vez es diferente. La sangre que surge de sus gargantas no es una sangre común: es espesa, de un negro oscuro que se mezcla con un rojo vibrante. Para los David, este es el signo más aterrador de todos, porque conocen su significado profundo.
UNA SEÑAL QUE CLAMA POR VENGANZA
Este vómito negro y rojo representa más que el dolor y el sufrimiento de una pérdida. Es una advertencia, un mandato ancestral que exige acción. Esa mezcla de sangre solo significa una cosa: la familia David siente sed... pero no cualquier tipo de sed. Es sed de venganza. El linaje está vinculado a este deseo de justicia implacable, un eco de generaciones pasadas que demanda que ninguna muerte quede sin respuesta.
Desde tiempos remotos, los David han sabido que este llamado de venganza no puede ser ignorado, pues quienes intentan escapar de la maldición terminan pagando un precio más alto. Se convierte en un impulso irrefrenable, una fuerza que los lleva a tomar acción. Los hermanos saben que solo después de satisfacer esa sed pueden hallar paz, aunque sea momentánea.
Así, la maldición continúa, inquebrantable y despiadada, como una sombra que acecha en cada generación de los David.