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TAEHYUNG



Me muevo por la cocina, sintiendo los ojos de Jk en mí todo el tiempo. No estoy seguro de qué pensar hoy. Fue divertido y fácil, pero un gran contraste con el hombre que conocí ayer. A veces todavía es seco y abrupto con las cosas, pero no
tan frío. Algo ha cambiado, y no puedo decir qué es.

No me ha dejado salir de su vista desde que tomó mi mano esta mañana. Incluso empezó a seguirme al baño en un momento. Me muerdo el labio y miro por encima de mi hombro hacia él. Sus ojos se posan en mi culo. Siento que me sonrojo y vuelvo a las chuletas de cerdo que estoy friendo. Una cosa es segura: a Jk le gusto, sexualmente al menos, y no sé qué hacer con eso.

Seguro que he tenido hombres coqueteándome, pero nunca ha sido nada como Jk. Jk realmente no me coquetea. Sólo hace lo que quiere. Si quiere tocarme, lo hace. Si me quiere de pie justo a su lado, él sólo me mueve allí. Si quiere mirarme el culo, mira y no se disculpa por ello. La forma en que fácilmente toca o se mueve para acercarse a mí. No es un suave coqueteo. Es posesivo, y me está haciendo algo. Tal vez por eso nunca mostré mucho interés en los hombres, porque ninguno de ellos ha actuado como este hombre. Porque lo que Jk está haciendo, funciona, y eso me asusta hasta la mierda.

Cada vez que me toca, siento que mi cuerpo cobra vida. Al principio intenté distanciarme de algunos de los toques, tímido e inseguro de lo que me hacían sentir. Pero a medida que transcurría el día, me encontré inclinándome hacia ellos, preguntándome cuándo conseguiría otro. Empezaba a volverse adictivo, y esa era otra cosa para añadir a mi lista de miedo.

No sería bueno caer en algo con Jk y hacer que me explotara en la cara. Ya iba a ser difícil dividir mi tiempo con un niño si tuviera que hacerlo, pero ¿y si me enamoro de Jk y no funciona? El corazón sólo podía soportar tanta pérdida. Ver a la familia que siempre he querido deslizarse a través de mis dedos me rompería.

—La cena estará hecha en solo un ratito—le digo, sin mirarlo. Todavía puedo sentir el rubor en mis mejillas. Me ha estado poniendo así todo el día. Fue aún peor cuando conocí a algunos de sus hombres en el rancho. Él fue muy territorial conmigo, y no estoy muy seguro de qué pensar sobre eso, pero al menos ya no me gritaba. Fue un cambio agradable. Incluso capturé su hoyuelo unas cuantas veces cuando lo miraba. Sus ojos se volverían suaves y su sonrisa iluminaría su rostro.

—Huele muy bien, cariño. No he tenido una comida casera desde que Jimin se fue a la universidad —dice. Saco las chuletas de la sartén colocándolas en el plato junto a la estufa. Recogiéndolo, lo llevo a la mesa del comedor y noto que sus ojos me siguen todo el camino.

—El parece dulce.—Espero que Jimin esté más alrededor. Es el único otro doncel que he visto aquí. Y me gusta el mordisco de regreso que le dio a Jk esta mañana, algo que probablemente tendré que aprender a hacer yo mismo. Es uno de mis defectos. Tengo un problema con ser insolente de regreso. Simplemente no está en mí. No es mi naturaleza. Regreso a la cocina, cogiendo el puré de papas y los panecillos que hice, y los traigo a la mesa, también.

—El es un problema.—La forma en que lo dice hace que suene como que no le molesta. Es ligero, y puedo decir que lo ama.

—¿Primer año de universidad?—pregunto, haciendo un gesto para que tome asiento en la mesa, pero se acerca y extrae un asiento para mí. Lo tomo, y él se sienta en el asiento justo al lado del mío. Luego empieza a poner comida en mi plato. Lo miro. Es un acto dulce e íntimo que no esperaba.

—Sí, su primer año. Fue una pelea para conseguir que se fuera. —Se vuelve para mirarme y me atrapa mirándolo—. No quería irse. Este tipo de vida se cría en tu sangre. Si fuera por el solo se quedaría aquí y entrenaría a los caballos.

—Entonces, ¿cómo le hiciste ir?

—Ladro y la gente tiende a saltar.—Levanta sus cejas hacia mí en tono burlón.

—Me di cuenta.—Río. Ha ladrado varias veces, lo que me hizo saltar—.¿Qué hay de tus padres? ¿Querían que se fuera? —Veo algo destellar en sus ojos y sé lo que viene—. Lo siento. Mis padres también se han ido.

Se extiende, metiendo un mechón de cabello detrás de mi oreja. Lo ha hecho un millón de veces hoy. Nunca he tenido alguien que me toque tan fácilmente. Es como si lo hubiera estado haciendo por siempre. Todo lo que hace parece ser así, y me pregunto si es así como es. Si tuviera que adivinar, diría que sí. Jk parece un hombre que hace lo que quiere.

—He estado cuidando de mi familia por un tiempo ahora. No estoy
seguro de lo que mamá hubiera querido para el, pero quiero asegurarme de que tiene opciones. Mierda. —Se recuesta en su silla, tomando un respiro—. No sé si estoy haciendo lo correcto o no. Para ser honesto, no tengo ni puta idea, pero lo intento.

Le sonrío. Una cálida sensación se instala profundamente porque Jk acaba de darme mucho más de lo que sabe. Puede que parezca duro y un poco frío, pero se preocupa por su familia. Quiere asegurarse de que su hermano tiene todo lo que pueda necesitar. Tendría que ser lo mismo con un niño que es suyo, ¿verdad? O tal vez ya tiene demasiado en su plato. Empujo ese pensamiento a un lado, deseando agarrarmea esta pequeña chispa de esperanza.

Me encuentro inclinándome hacia él. Entonces sus labios se posan en los mios


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Branding The virgin¹ (kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora