The Multiverse Of Madnes

Capítulo 8: 009

Después de que el tío de Nao-yoon llegara a rescatarlas, la niña se desmayó, causando preocupación en ambos. Sin perder tiempo, subieron a la niña al auto y se dirigieron hacia el pequeño pueblo llamado "Ciudad República Unida".

Nao-yoon y su tío llegaron a la casa y, con mucha cautela, llevaron a la niña a una habitación donde su tío, que era médico, podría atenderla. Mientras Nao-yoon se sentaba en el comedor para calmarse con un vaso de agua, su tío preparaba a la niña en una camilla, recostándola boca abajo. La pequeña aún estaba inconsciente, pero sus heridas eran graves y necesitaban atención inmediata.

El tío de Nao-yoon quedó impactado al ver la cantidad de moretones y marcas de balas en su espalda. Con delicadeza, extrajo varias balas aún incrustadas y trozos de metal pequeños. Mientras trabajaba, notó algo inusual: un número tatuado en la piel de la niña. El número era "009". Aunque le pareció extraño, no le dio mucha importancia y continuó atendiendo las heridas.

Mientras limpiaba, el tío notó algo más: un pequeño chip insertado en la base de su espalda. Tras sacarlo, en un instante, los ojos de la niña se iluminaron con un brillo celeste. Con asombro, el tío observó cómo sus heridas comenzaban a sanar por sí solas, cerrándose rápidamente como si el chip hubiera estado bloqueando su habilidad para curarse. Atónito, pensó que quizá el efecto del alcohol estaba haciendo que alucinara y decidió dejar pasar lo que acababa de ver.

Tras asegurarse de que la niña estuviera cómoda, la recostó en la cama y salió de la habitación para hablar con Nao-yoon en la cocina.

----Tío de Nao-yoon---- "¿Quién es esta niña? Estaba muy herida, pero, de repente, sus heridas sanaron solas. Tal vez... tal vez fue el alcohol."

----Nao-yoon---- "No lo sé, pero algo me dice que debo protegerla. No sé por qué, pero tengo la sensación de que está en peligro."

----Tío de Nao-yoon---- "De acuerdo. Si es así, será mejor que la lleves contigo. Por cierto, ¿vas a volver a tu casa?"

----Nao-yoon---- "Sí, tengo que irme. Llevo dos días fuera y mi hermano debe estar preocupado. En cuanto despierte la niña, la llevaré conmigo. Nadie le hará daño. Vivimos en las colinas y, desde aquí, es un viaje de casi tres horas."

El tío de Nao-yoon asintió, comprendiendo la preocupación en los ojos de su sobrina. Sabía que, aunque la niña era un misterio, Nao-yoon estaba decidida a ayudarla.

Pasada casi media hora, la niña despertó. Apenas abrió los ojos, Nao-yoon la abrazó, preguntándole si estaba bien. La niña no respondió, pero le dedicó una sonrisa tierna y tranquila. Nao-yoon se relajó al ver que la niña parecía mejor.

----Nao-yoon---- "Voy a pedirle a mi tío que uses el baño para que te refresques."

El tío asintió cuando Nao-yoon le pidió el favor, así que ella guio a la niña al baño y le indicó cómo usarlo. Diez minutos después, la niña salió envuelta en una toalla. Nao-yoon, buscando algo que pudiera quedarle, tomó algunas prendas holgadas de su tío.

----Nao-yoon---- "Ponte esto por ahora, hasta que lleguemos a mi casa."

La niña se vistió en silencio. Antes de irse, Nao-yoon y su tío se despidieron. La niña, aunque sin palabras, hizo una pequeña reverencia en agradecimiento, y entonces ambas se dirigieron a la camioneta gris 4x4 del tío.

Con Nao-yoon al volante, avanzaron hacia las colinas. Durante el camino, la niña sacó la cabeza por la ventana y miró el atardecer con una expresión de asombro y alegría, como si estuviera viendo el mundo por primera vez. Nao-yoon la miró de reojo, sintiendo una mezcla de ternura y responsabilidad.

Después de casi tres horas de viaje, llegaron a una gran granja, con un enorme establo, una casa amplia y varios animales de granja que andaban libres por el lugar.

Al bajarse de la camioneta, Nao-yoon notó algo extraño: la puerta de la casa estaba entreabierta. Su corazón se aceleró, y con cautela se acercó rápidamente al comedor. Aunque las luces estaban encendidas, no había nadie a la vista.

La niña, también alerta, se unió a ella en la búsqueda. Ambas escucharon un ruido extraño que venía de la cocina. Nao-yoon, temblando, agarró un palo de escoba como defensa, y la niña la siguió, preparada para cualquier cosa.

Caminando en silencio, se aproximaron al origen del ruido cuando, de repente…