Capítulo 12: El Triunvirato

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─¿Esos viejos amargados quiénes son? ─pregunté a la princesa en voz baja para que no me oyeran.

─Es el Triunvirato ─respondió─. Son los que actualmente gobiernan Nursa de manera provisional.

─¿Qué? ─exclamé─. ¿No hay rey?

─El rey... falleció hace un año más o menos ─Minoris me mostró un rostro sombrío, como si quisiera evadir la pregunta. Luego entendí que, de hecho, ella hablaba de su propio padre y me disculpé por preguntar eso a la ligera.

─No pasa nada.

Minoris explicó que esos tres ancianos eran el Primer Ministro, el Ministro de Guerra y el Sumo Sacerdote. Los tres gobernaban en conjunto el reino de manera temporal en lo que se elegía un nuevo rey. O en este caso reina, porque Minoris comentó que ella y su hermana Majoris están compitiendo por el trono.

Nos iba a explicar más acerca de ese asunto, pero uno de los tres viejos esos llamó a Minoris para que dirigiera unas palabras a los ahí reunidos. Y ella quería que yo la acompañara así que tuve que ir. No mentiré al decir que me puse bien nervioso.

Nos situamos frente a todos en el estrado y Minoris tomó la palabra:

─Aunque la amenaza del Rey Demonio está cada vez más cerca de nuestro reino, ya no debemos preocuparnos, porque les he traído al héroe que acabará con él...

Y dijo más cosas que no voy a relatar aquí, solo diré que es una excelente oradora. Lo curioso es que no muchos le aplaudieron cuando terminó de hablar.

Luego ella misma me animó a que yo también dijera algunas palabras. Putamadre.

Supongo que todos esperaban que hablara con la misma elocuencia que ella. Más bien, como creen que soy un héroe, deben de esperar muchas cosas de mí. Lástima.

Tardé unos segundos, carraspeé y comencé a hablar evitando mirar a todos a los ojos:

─Gracias por... invitarme aquí... eh... no conozco al Rey Demonio del que hablan, pero... les prometo que lo voy a vencer... y ya.

Por Dios, pero ¿Qué fue eso? Un condenado silencio incómodo inundó el salón. Quería que la tierra me tragara.

Ahora eran los tres miembros del Triunvirato los que me lanzaron una mirada despectiva tan penetrante que la sentí directo en mi cuerpo.

Con toda la vergüenza del mundo me bajé del estrado y tomé mi asiento en la mesa. No tenía ganas de nada.

Vaya primera impresión.

****

─¿Realmente podemos confiar en él? ─cuestionó uno de los tres miembros del Triunvirato a Minoris─. Hizo el ridículo en la escena de presentación. No tiene seguridad de nada, ni de sí mismo.

─Que no sepa hablar no significa que no pueda ser un buen guerrero ─explicó Minoris─. No derrotará al Rey Demonio con palabras, sino con sus poderes.

Esto que leen es algo que sucedió poco después de aquella cena de gala. Cuando todos los invitados se habían retirado, los tres viejos del Triunvirato nos mandaron llamar y fueron muy directos al decir que no confiaban en mí como héroe. Dijeron muchas otras cosas en las cuales básicamente me denigraban bien feo. Estos cabrones no se guardaron nada. Por supuesto, ahí estaba Minoris para defenderme porque yo no podía hacerlo. Por mucho que quisiera contestar y demostrarles que puedo salvar este reino, no sé qué decirles. Y siendo sincero, todavía dudo de que pueda hacerlo.

─Te permitimos reunir toda la magia que requerías para invocar a un héroe de otro mundo ─El Ministro de Guerra alzó la voz─. Seis meses te tardaste en reunir todo el telesma, luego cinco meses te tomó buscarlo porque ni siquiera pudiste traerlo aquí. Ya has perdido casi un año en este chiste. ¿Y todo para qué? ¿Para qué trajeras a un muchacho que no sabe ni hablar?

Qualia (o la Decepcionante Realidad del Género Isekai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora