Todos los que te importan

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—La sincronía fue perfecta —dice Bobby una vez que llegan a la Agencia—. Estoy impresionado, de verdad. ¿Solo practicaste un día? —Bobby lo sacude con una gran sonrisa apenas visible detrás de su barba—. ¡Increíble!


—Hicieron um… —Eileen se aclara la garganta y todos la miran; ella sonríe mientras sus ojos se dirigen a Dean y Castiel.


Por supuesto, Castiel está frunciendo el ceño y con la cabeza inclinada, sin darse cuenta de la situación. Dean se sonroja furiosamente y cuando está a punto de decir algo, Sam se coloca frente a Bobby. El bastardo también está sonriendo.


----Pero sin penetración.

—¡Tú! ¡Hijo de p…! —exclama Dean y Bobby se echa a reír. Eileen y Sam también se ríen.


—Ya terminé con todos ustedes. —Dean los señala, para nada divertido.

—De cualquier manera, me alegro por los dos, de verdad. —Bobby les sonríe. Hay orgullo en sus ojos y Dean perdona cualquier broma al ver eso.


Cuando todos regresan a casa, Castiel y Dean se quedan en la entrada de la Agencia. Dean se da cuenta de que Castiel está inquieto, sus dedos y ojos vagan sin descanso.


----¿Qué pasa? ----pregunta Dean y Castiel se estremece un poco antes de lanzarle su mirada azul.

—Um... te vas a casa ahora, ¿verdad? —Dean entrecierra los ojos porque no entiende el significado de la pregunta, pero entonces Castiel abre la boca y no dice nada, luego se sonroja. —Um... ¿quieres...? —dice Castiel finalmente—. ¿Quieres venir conmigo? A mi apartamento, quiero decir.

Mientras el corazón le da un vuelco en el pecho, Dean abre bien los ojos. Siente el calor en las mejillas cuando asiente y responde:

----Me encantaría, Cas.

La casa de Castiel todavía huele a él, como un bosque de pinos después de la lluvia. Se siente agradable y cómoda. Dean cierra los ojos y disfruta de la sensación ahora familiar cuando entra en la sala de estar.

Castiel pasa junto al cazador y recoge unos abrigos que están tirados en el sofá.

----Perdón por el desorden ----dice. Se ve tan lindo cuando está avergonzado y eso hace que Dean sonría aún más.

—Tendrías que ver mi habitación después de un fin de semana salvaje —resopla.

Castiel lo mira como si no estuviera seguro de si Dean está coqueteando o no, le devuelve la sonrisa e inclina la cabeza.

----Siéntate, por favor. ¿Un café?

—Oh, claro. —Dean hace lo que dice Castiel. Hay un hermoso ventanal a la derecha que muestra la noche y los edificios de la ciudad. La vista es relajante. Ya está oscureciendo y la luna luce su media figura, embelleciendo aún más el paisaje.


—Quería pasar más tiempo contigo —confiesa de repente Castiel mientras trae el café y se sienta al lado de Dean—. ¿Te parece bien? Castiel lo mira fijamente y siente como si el tiempo se detuviera.

100% Pareja Perfecta (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora