Las chicas se fueron alrededor de las cinco, justo después de tomar el té.
Harry por otro lado, llegó a eso de las siete, cuando ya estaba preparando la cena.
. –Hola. –Saludó mientras se asomaba a la cocina.
. –Hola. –Le saludé sin siquiera voltear.
. —¿Cómo te fue con tus amigas?. –Preguntó.
Me sorprendió su interés, pero le respondí de todos modos. — Muy bien, gracias. Tuvimos una tarde estupenda, charlamos, reímos y disfrutamos del té. ¿Y a ti, cómo te fue hoy? — le pregunté mientras removía la olla en la estufa.
— Bastante normal. Fue otro día en la oficina. –Comentó.
Yo asentí y seguí haciendo lo mío. Honestamente, pensé que Harry seguiría su rutina y se encerraría en su despacho y nos ignoraríamos toda la noche, como siempre solíamos hacerlo. Pero, esta vez fue diferente; él se quedó ahí, de pie en el umbral de la cocina, en silencio. Podía sentir su mirada en mi nuca.
A pesar de que su presencia era un tanto incómoda, me sentí curiosa por saber qué estaba pasando por su mente. ¿Qué estaba buscando al quedarse parado en la puerta de la cocina en lugar de retirarse a su espacio habitual?
Volteé y lo miré. —¿Puedo ayudarte en algo? –Le pregunté.
Él parecía vacilante, como si no supiera exactamente qué decir. –Yo...eh...te traje algo.
Fruncí el ceño. —¿A mí?
Harry parecía algo nervioso mientras sacaba de detrás de su espalda una caja grande envuelta en papel de regalo rosa y con un lazo de adorno.
Al verlo, una extraña sensación de confusión se apoderó de mí. No podía entender por qué me estaba mostrando ese regalo, especialmente considerando nuestra usual dinámica distante y reservada. Me sentí desconcertada por la repentina atención y gesto de Harry, algo completamente fuera de lo común.
Mi mente se llenó de preguntas mientras miraba la caja envuelta en el papel rosa con el lazo decorativo. ¿Qué podría ser? ¿Y Por qué me estaba dando un regalo? La atmósfera entre nosotros se volvió tensa y llena de expectación. Una parte de mí quería saber qué había dentro de esa caja, mientras que otra parte temía lo que ese gesto inusual podría significar.
No sabía cómo reaccionar ante tan inesperada situación y me encontré completamente desorientada ante la extraña actitud de Harry. Sus ojos reflejaban una extraña mezcla de nerviosismo, lo que solo aumentaba mi confusión y desconcierto.
El silencio se volvió abrumador mientras permanecía allí, sin saber que hacer o que decir.
Fue Harry el que me alentó a que me acercara, ladeando la cabeza y levantando las cejas. —¿Y bien? ¿No quieres abrirlo?
Yo tragué saliva y me acerqué lentamente a la caja, que Harry había puesto en la mesa. Mis manos temblaban ligeramente mientras me acercaba y lentamente desataba el lazo de adorno. El papel de regalo rosa se desplegó con cuidado, revelando una caja de cartón en su interior.
Con cuidado, levanté la tapa de la caja y descubrí un vestido azul oscuro, delicadamente doblado y envuelto en papel de seda blanco.
El vestido era elegante y sencillo, con detalles de encaje en las mangas y un cinturón del mismo tono que resaltaba la cintura.
Me quedé sin palabras al verlo. No podía creer que Harry me hubiera regalado un vestido tan bonito. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras lo sacaba de la caja y lo sostenía en mis manos, admirando cada detalle con asombro.
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El delfín rosa©
Romance«En un mundo donde el amor se confunde con la lealtad y la traición se viste de gala, descubrir la verdad puede ser el primer paso hacia la libertad... o la condena.»