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Las olas resonaban entre aquella casa a la orilla de la playa, el lugar filtraba rayos solares entre las blancas cortinas qué colgaban en cada habitación.

Un malhumorado rubio se sentó con pereza entre las blancas y suaves colchas de su cama.

Así es, felix es él maniático del color blanco.

Abrió los ojos lentamente, acostumbrandose a la infiltrada luz solar la cual reflejaba una bella mañana.

Con calma se levantó de su cama y se dirigió al cuarto de baño estirando sus brazos entre bostezos, lavó su rostro para luego salir de aquella habitación.

Bajó las escaleras aún entre la vida y los sueños hasta llegar a la cocina. En el camino chocó con algunos juguetes de Ni-Ki, pero solo se limitó a arrastrarlos hasta el corral donde hacían los demás objetos de su hijo.

Entró a la cocina, se sirvió un café y permaneció mirando a la nada unos segundos. Hasta que sus ojos chocaron con el calendario sobre la encimera.

Había un corazón en la fecha de hoy.

Frunció el seño buscando sus gafas entre la bandeja de cosas que había en el centro de la encimera, se las colocó y leyó bastante claro.

Jinnie vuelve a casa para no irse más. <3

Todo se detuvo, solo sus propios pensamientos eran audibles.

Reaccionó de golpe, una cubeta de agua fría cayó sobre él. Hoy, vería a su novio luego de más de siete meses sin verlo en persona.

La taza se deslizó entre la encimera, su mayor shock no fue saber que HyunJin estaría de vuelta. Si no que conocería a su hijo, su bebé comenzaría un camino nuevo con otro padre.

Comenzó a caminar de la cocina a el salón buscando despertar a su hijo cuanto antes, Pero el sonido de el timbre lo detuvo.

Totalmente absorto en sus pensamientos ni siquiera saco una deducción de quien podría estar ahí afuera. Solo pensaba en su Jin y en su bebé.

Abrió la puerta de golpe provocando que su cabello se revolviera más junto a un pequeño estruendo. Pero con lo que sus ojos se encontraron fue suficiente.

—¿Jin?

—Hola mi vida. —Ahí estaba. Su novio. De pie frente a la puerta de su hogar, con el uniforme arremangado en sus brazos y dos maletas a sus costados. —¿Sorpr-

El propio cuerpo de lix lo interrumpió, el pelinegro se tambaleo un poco antes de tomar por los muslos a su pareja y hundir su rostro en el cuello ajeno.

—Yo... Literalmente acabo de ver en el calendario que hoy volverías. —Levanto la mirada encontrándose con las dos galaxias que hacían en la mirada de su novio.

—¿Lo olvidaste? —Dijo burlón el mayor. El rubio bufo y apretujo más a este en su abrazo.

—No lo hize, solo... Se me desconfiguro el cerebro. —HyunJin rió, se adentró a la casa y luego hizo lo mismo con el pequeño equipaje. —Vamos a dormir más, ni-ki despierta siempre en un par de horas más.

El contrario asintió subiendo las escaleras aún con el rubio entre sus brazos. Cruzó un par de puertas hasta llegar a la del medio.

La abrió y lo único que sintió fue un sentimiento de comodidad. Todo olía a Lix, a un hogar.

—Ya quiero ver a ni-ki, ¿crees que me recuerde? —El menor asintió mientras se acomodaba en la cama. Lograron de alguna forma quitarle los zapatos a hwang y ahora estaban acurrucados.

—Cada vez que veía las fotos en la mudanza chillaba tu nombre, mal dicho pero lo hacía —Ambos rieron ya con pereza. —nunca lo grabé, lo veras tu sólito.

Decidieron dormir un rato, Jin venía totalmente cansado y felix siempre tenía sueño. Se dejaron llevar hasta caer rendidos abrazados, y juntos.

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HyunJin sintió un revoltijo escalar la cama, algo así como una bola de pelos. Seguía sumido en el sueño como para levantar la mirada así que volvió a cerrar los ojos, sin percatarse de la mirada curiosa sobre él.

El rubio si se revolvió más, sabía de que podría tratar así que rápidamente se sentó en la cama justo a él momento donde su hijo perdió el equilibrio en la cama.

—Te tengo —Ni-ki rió sonoramente mientras abrazaba a su mami.

El pelinegro aprovechó a sentarse a la par de Felix, quién mantenía a su hijo en su cuello.

—riki, mira quién es. ¿Lo recuerdas? —Habló de forma suave, el bebé sacó curioso la cabeza del cuello ajeno para mirar a HyunJin, quién reprimia una risa ante la escena.

—¿eh? —Balbuceo mientras se acercaba a HyunJin, se colocó de pie con dificultad y caminó hacía el hasta quedar frente a él.

Tomó sus mejillas y las removió, le estiró la piel y por último le jaló el cabello para detenerse y aplaudir.

—¡Jinnie, jinnie! —Se lanzó a el con fuerza riendo, al igual que HyunJin que lo atrapó en el aire para abrazarlo con fuerza.

—Hola pequeño —Dijo entre risas, la alegría le desborda del corazón. Finalmente está en casa.

—Disfruten su encuentro, mami Lix tiene un sueño mortal. —ni-ki se despegó de hwang para mirar a su mamá, con el seño fruncido.

—¡No! ¡Foljo! —Regañó.

—¿Foljo? —Dijo HyunJin perdido, ni-ki volvió a hablar.

—mami.

—quiere decir flojo, pero aún es tonto. —Dijo, sabía como molestar a su propio hijo. Quién se colocó rojo mientras trepaba a la cabeza del mayor.

—¡Tú! —sacó la lengua, HyunJin lo logró tomar en el aire para volverlo a plantar en la cama. Felix rió y se unió a él abrazo.

El de su familia.

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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