Dolia

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Magnus amaneció con una fuerte migraña ese día, después de medicarse lo suficiente el dolor disminuyó, deporsi se la había pasado llorando esas noches, había perdido incluso el apetito, el que Alec llegara de repente por la noche no le ayudo, sabi...

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Magnus amaneció con una fuerte migraña ese día, después de medicarse lo suficiente el dolor disminuyó, deporsi se la había pasado llorando esas noches, había perdido incluso el apetito, el que Alec llegara de repente por la noche no le ayudo, sabia lo que pedia Alec y que no era nada de extrañarse, pero con un carajo, si lo hacía podía perder a Max y por mucho que amara a Alexander, si no estaban juntos no podía aceptar algo así

No había dormido casi nada, no podía con la situación, sentía que todo lo sobrepasaba y debía ir a casa de los padres de Alexander y fingir que todo estaba bien, cuando lo único que quería era quedarse en su casa con su hijo. 

Hace un año cuando aún estaba embarazado se había preguntado cómo sería su vida un año después, se imaginaba solo con su hijo y aunque era algo así, sin duda no hubiera podido imaginar a Alexander ni aunque lo hubiera intentado 

Para su desgracia  el día avanzó demasiado rápido, se encontraba arreglando a Max cuando escucho la puerta, se sorprendió al darse cuenta que conocía su caminar, escucho cuando se detuvo y supo que estaba en la puerta. 

-¿Te ayudo con algo? 

-No, ya tengo todo… -Voltio y lo vio, sintió como su pene se estremeció al verlo, pero como culparlo Alexander tenía lo suyo y arreglado hacía que quisiera abalanzarse contra él y quitarle todo 

-Sobre anoche… -y en ese momento se le fueron las ganas y sintió cómo su cuerpo se estremeció con una emocion completamente distinta - lo lamento, estoy asustado con esta situación y no estoy actuando de la mejor manera

-Lo entiendo

-No volveré a pedirte algo asi… lo prometo 

-Gracias,.. será mejor que nos demos prisa 

 Alexander se acercó y le dio un beso a Max aunque estaba en brazos de MAgnus, tomó las cosas y una cobija extra y salió hacia la entrada, Magnus vio cómo abrió la puerta para que pasaran y caminaron en silencio al estacionamiento, pusieron a Max en el asiento, lo taparon y subieron al auto.

-Necesito ir a mi casa… 

Magnus solo asintió, Alexander no había dejado que supiera donde vivía, se sorprendió al ver lo exageradamente cerca que estaban, él conocía esa casa, había pasado muchas veces por fuera y sentía que era preciosa, no habia mucho que el le hubiera cambiado, pero cuando investigo cuanto costaba lo habia dejado por la paz y ahora era de Alexander 

Se rió para sus adentros, al parecer todo lo que quería lo tenía el mismo hombre y no lo podía tener.

Después de un momento Alexander volvió y se puso en marcha a casa de sus padres, el camino fue largo, o tal vez lo era por el silencio, para su desgracia Alexander puso musica, dudo un momento si pondría adrede “Better Man”, “Too good at goodbyes” y “When i was your man”, no sabía si llorar o cantarlas, al llegar dudo un momento en bajarse o moverse al piloto y dar la vuelta. 

Guardián de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora