My boy only breaks his Favorite Toys

Capitulo 4: Reputación

A la mañana siguiente Charles se levantó con los ojos  hinchados y con una sensación horrible en el pecho, no quería levantarse pero tenía que hacerlo, toda su mañana le fue horrible ya que no podía sacarse de la mente todo lo que había ocurrido, sentía su cuerpo asqueroso.

Mientras pasaba por el Paddock sintió la mirada de varios pilotos, Max, Hamilton, Lando, pero había una la cual lo hacía sentir peor de lo que ya estaba, era la de Sergio.
En un momento inesperado el castaño siente cómo lo jalan bruscamente del hombro llevándolo a un lugar alejado y solo.

— ¿Qué ganas con hacerme eso? — preguntó el mexicano mientras le daba un empujón a aquel monegasco él cuál se comenzaba a sentir indefenso.

Charles no pudo decir nada, no sabía cómo actuar, ni siquiera sabía cómo responder la pregunta.

— Qué tu relación este hecha mierda no te da el derecho de destruir las relaciones de otros — decía con voz firme mientras se acercaba a Lecler — y créeme que posiblemente ya estes en boca de todos — no dijo nada más y salió con fuerte paso y un rostro de molestia.

Poco a poco las lagrimas volverían a brotar de los ojos del monegasco él cuál se quedo en aquella habitación fría y humeda, solo se podían escuchar sus sollozos y lamentos, estaba arrepentido por todo pero le sería imposible que lo perdonaran.

Se tapó la boca en cuanto escuchó unos pasos acercarse a la puerta, por debajo se podía observar que aquella persona se quedo enfrente de ahí, el miedo de Charles aumentaba, no quería que nadie lo viera en aquel estado tan vulnerable.

— Charles, se qué estas ahí — dijo con tranquilidad una voz que el chico reconocía muy bien, era Hamilton — Me enteré sobre lo que pasó y luego ví que checo te trajo hasta aquí...mira char, no te voy a juzgar por lo que hiciste pero me gustaría entrar y hablar contigo, ¿Puedo? — aquella voz le causaba una tranquilidad y confianza, Hamilton era aquel piloto que siempre los aconsejaba y apoyaba sin importar qué.

Charles se levantó y abrió la puerta de forma lenta hasta quedar cara a cara con el británico — ¿Qué hago Lewis? Siento cómo si todo el mundo se me estuviera destruyendo...— la desesperación de charles estaba sobrepasando limites.

El mayor lo miró y suspiró profundamente para analizar y comprender la situación en la que se encontraba el monegasco — Char, entiendo que no lo hiciste con el propósito de arruinar una relación, te conozco y se que sabes lo que esta bien y lo que esta mal, probablemente te sentías necesitado de amor, el amor que no te da Carlos lo encontraste aquella noche en Max...— no hubo ninguna palabra, solo un silencio se apodero de aquella sala vacía — eres un buen chico y por lo mismo no te mereces todo el daño que te esta ocasionando tu supuesto novio — fue con lo que terminó el de tez morena.

El monegasco estaba con un nudo en la garganta, eran tantas cosas que no podía decirlas todas al mismo tiempo — Carlos no me ha hecho nada, el me pidió perdón y todo a estado bien desde entonces...¡fui yo quien le falló! — a pesar de todo lo que estaba escuchando el sé vio con la necesidad de defender a su español a capa y espada.

Lewis solamente suspiró y entendió que sería difícil hacer razonar a el pequeño, pero realmente lo quería ayudar q sanar y que se diera cuenta de la verdadera persona que es el español — Charles, ¿Nunca has pensado que la forma en la que te aferras a tener una idealización sobre Carlos es porque piensas que jamás vuelvas a enamorarte de la misma forma que lo hiciste con el? — aquellas palabras resonaron fuerte en la mente de el castaño, no pudo decir ninguna palabra cuando el mayor ya se encontraba volviendo a hablar — No quería ser yo el que te lo dijera pero si no lo hago yo nadie te lo dirá, hay demasiadas personas dispuestas a sanarte como para que te centres en una que solo te lastima —

Fueron las ultimas palabras que dijo el británico de tez morena pero el no se iba a ir así como así, no, el no se fue sin antes acercarse a darle un abrazo reconfortante, uno en donde Charles sintió aquella calidez y confianza que Carlos no le daba desde hace tiempo.