I almost do

Prologue

La luz del sol se filtraba a través de las hojas de los árboles, creando patrones dorados en el suelo del jardín de los Gilbert. Madeline recordaba esos días como una oasis de felicidad en medio de la rutina de su vida. Desde pequeñas, Elena y ella habían compartido un vínculo inquebrantable, una complicidad que las hacía inseparables. Pasaban las tardes persiguiéndose, riendo, soñando con lo que el futuro les depararía, sin una preocupación en el mundo.

Antes que la tragedia desatara su tormenta, la vida era simple. Madeline se aventuraba en el mundo con la certeza de que su familia era un refugio, una fortaleza contra cualquier adversidad. Sus padres, siempre ocupados pero jamás ausentes, llenaban su hogar de amor y risas. Las cenas en familias estaban repletas de historias, y los abrazos eran un ritual sagrado al final de cada día.

Pero una noche fatídica cambió todo. Un accidente que desgarró su mundo, un momento que robó su infancia y les dejó un vacío imposible de llenar. Con la pérdida de sus padres, la vida se tornó sombría. Sus hermanos se convirtieron en su ancla, pero la chispa de la niñez de Madeline se apago. Mystic Falls, que alguna vez había sido un lugar de aventuras, se convirtió en un laberinto de recuerdos que no podía soportar.

A medida que el tiempo avanzaba, el regreso a la normalidad se convirtió en una lucha constante. Con la llegada de nuevos rostros y antiguos secretos, Madeline comenzó a sentir que algo más asechaba en las sombras. Los murmullos sobre el pasado de su familia se entrelazaban con la leyenda de la ciudad, y el amor y el dolor se entrelazaban en su mente.

Mientras se preparaba para enfrentar un nuevo día, Madeline sintió una mezcla de nostalgia y determinación. Mystic falls aún tenía secretos para revelar, y su historia estaba lejos de terminar. Con cada paso, se acercaba a desentrañar la verdad de su pérdida, sin importar los peligros que pudieran surgir. Era hora de que Madeline Gilbert reclamara su lugar en un mundo que estaba ansiosa por olvidarla.