Alina se despertó con sueño y con su pijama, hoy no había clases y eso hacía que tuviera una gran día.
Significaba pasar el tiempo con sus dos hermanos/papás adoptivos (Damian y Respawn) tal ves salir a comprar un helado o que la lleven de paseo con sus amigas.
Esperaba que sus nuevos invitados que aparecieron en la noche, se fueran a sus casas donde pertenecen.
Bajo las escaleras con su peluche, aún con el sueño en su cuerpo debía bajar a la hora acordaba sino quería que su abuelito alfie la despertara, era capaz de sacarla de la cama a base de los picotazos de Jerry.
- Buenos... ¿días? -Solto cuando entro al comedor vio a los tres invitados de ayer.
Alina, todavía medio adormilada y con su peluche en mano, observó a los tres invitados que había visto la noche anterior. No sabía exactamente quiénes eran (Solo recuerda a verlos noqueados y después de ahí, fue obligada a dormir) ni por qué seguían estando ahí, pero el ambiente se sentía un poco incómodo. Ellos la miraron de vuelta, con la misma mezcla de sorpresa y culpabilidad.
Tal ves porque ellos pensaron que la niña no era de esa casa, o por el echo de que atacaron a una menor de edad.
Antes de que pudiera decir algo, Damian la jaló hacia la mesa y la sentó entre él y Respawn. Alina apenas había tenido tiempo de procesar lo que ocurría cuando Respawn, sin previo aviso, le metió una frutilla con crema en la boca, causando que casi se ahogara. Se golpeó suavemente el pecho, tratando de recuperar la compostura.
—La parte de ser gentil, es ser gentil —recriminó Damian con severidad, mirando a su hermano adoptivo.
—Eso hice, ¿no ves? —replicó Respawn, señalando a Alina, que seguía intentando tragar la frutilla.
—Ser gentil es ofrecer la frutilla, no meterla de golpe —insistió Damian, cruzando los brazos mientras Respawn gruñía, frustrado por la corrección.— Por poco, y se muere shelley.
Alina, entre la discusión de sus hermanos, decidió cambiar de tema rápidamente para evitar más conflictos. Después de todo, era evidente que el día apenas comenzaba y no quería que se convirtiera en un caos tan temprano.
—Entonces... ¿qué tal su noche? —preguntó con una sonrisa tranquila, dirigiéndose a los tres invitados que aún la miraban con cierta incomodidad.
Harry, Ron y Hermione intercambiaron miradas, todavía algo desorientados por todo lo que había sucedido desde que llegaron a la Mansión Wayne.
—Eh... fue... interesante —dijo Harry finalmente, rascándose la nuca, sin saber bien cómo describir lo que habían vivido en tan pocas horas.
No sabía si era bueno o malo, pero al menos no está en un lugar mágico y con lugares secretos, se sentía mejor al estar en un lugar muggle y sin magia.
Aún estaba afectado por aver sido obligado a participar en el torneo en contra de su voluntad.
—Sí, muy interesante... —añadió Ron, que aún estaba un poco pálido, probablemente recordando el incidente con las Batgirls la noche anterior.
¿Había chicas tan bonitas en el mundo muggle? Porque Harry y Hermione no le dijo eso, ¡que injusto!
—Gracias por la hospitalidad —dijo Hermione, siendo la más educada del grupo, aunque todavía observaba a los Wayne con cierta cautela.
Damian soltó un suspiro, relajando un poco la expresión mientras servía más comida en los platos de sus hermanos y los invitados.
—Supongo que habrá más de esos momentos "interesantes", así que será mejor que se acostumbren —comentó en tono neutral, mirando de reojo a Respawn, quien se estaba dedicando a cortar más fruta con excesiva precisión.
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Un lugar al cual llamar hogar
FanfictionHarry, Hermione y Ron son transportados por un portal misterioso hacia las calles de gotham, embarcandose en una nueva aventura junto a esos muggles que se disfrazan como murciélagos. ¿Podrán volver? ¿Se quedarán? ¿Bruce, porque adoptas mucho? Parej...