De Vuelta a Clases - Snoot Game/Wani Fanficcion (+18)

Pequeño Sacrificio

El humano lleno sus pulmones de aire, antes de dejarlo escapar en un largo suspiro qué solo el pudo oír. Dudo un poco, pero quería ser de apoyo de algún modo. Tal vez, fuese una exceso de confianza, pero él sentía que debía hacerlo.

Desco se acercó lentamente, y su mano se apoyo sobre el hombro cansado de Vanesa. Ella no dijo nada, solo miro la mano, y luego al rostro de aquel a la que pertenecía. La chica dejó escapar una risa apenas perceptible. Una mezcla entre cansancio y agradecimiento por el apoyo. Aunque no era mucho. Entonces, para sorpresa de la chica, el joven humano hablo.

Desco: Buenos días, señora Miller. Es un placer conocerla.

Los ojos de Vanesa se abrieron como platos al escuchar la voz del chico, mientras veía como este saludaba al letargo de su madre como si estuviese hablando casualmente. Nadie en su sano juicio hablaría con alguien que no está consciente... ¿Verdad?

Desco: ¿No vas a hacer las presentaciones?

Vanesa parpadeo un par de veces y sacudió su cabeza ante las palabras, cosa que saco algo de risa al humano. La dino dudo por un segundo. Luego, dejo escapar un risa de derrota.

Vanesa: Mama... ¿Recuerda al humano del que te hable que era molesto a más no poder y que es pésimo en Karates?

Desco: Eh...

Vanesa: Jeje. Pues... tadan... aquí esta.

Desco: Ja. Muy graciosa. Un placer, señora Miller. Y que conste que su hija hace trampas durante los combates.

Vanesa: Oh vamos... ¿En serio?

Desco: Eh... Yo solo pongo los hechos sobre la mesa.

Vanesa: Nunca vas a superar eso. Eres un niño llorón.

Desco: Tenemos confesiones.

Al ver que el estado de ánimo de Vanesa había mejorado, Desco soltó su hombro y se sentó en una butaca al frente.

La primera parte de la mañana, fue como una reunión familiar. Vanesa le contaba a su madre cada detalle, aún cuando ella misma no estaba segura que ella pudiese oírla. En estos casos cuando el paciente está en coma, se especula que es capaz de escuchar. Para bien o para mal, Vanesa parecía aferrarse a ese parce des esperanza con todo su ser.

La joven dino contaba todo con sumo detalle. Nada parecía ser lo suficientemente irrelevante para ella. Desde cosas tan importantes como sacar una buena nota en una asignatura, como la comida del almuerzo del marte en la escuela. Todo. Desde el domingo en la noche en que regreso a su hogar hasta que llego aquí.

Al menos, eso explicaba a Desco por que Vanesa nunca se unía a él y a los chicos los fines de semana. Era algo... digno de admirar sin lugar a dudas.

Vanesa: Y así fue como este cabeza dura llego aquí.

Desco: Eh. Solo quería echar una mano. Casi te caes cuando trataste de cargar con todo.

Vanesa: No me cai... Solo... Perdí el equilibrio.

Desco: Aja... Y yo soy un grillo. - La cara de la chica al no entender el chiste fue muy curiosa. - Olvídalo. Mmm... Hablando de olvida... ¿No se te olvida algo?

Vanesa miro a Desco con ojos entrecerrados. Intentando recordar algo que se le hubiese pasado por algo. Era evidente que estaba usando cada neurona de su cerebro en ese momento, pero el cansancio acumulado no ayudaba mucho. El rostro de Vanesa era todo lo que Desco necesitaba pasa saber que no encontraría la respuesta.

Desco: ¿Cierto trabajo muy importante que debes entregar el lunes?

La confusión en el rostro de la chica permaneció por un tiempo, pero sus ojos se abrieron como platos al recordarlo.