Narra Addison
Estamos teniendo una jornada muy dura, necesito hacer una cirugía extremadamente delicada y Mer es la única en la que confío para que trabaje a mi lado. Hace mucho tiempo que no compartimos quirófano para algo tan complejo, son muchas horas y no sé qué tanto pueden estar siendo afectadas sus capacidades como cirujana ahora que su mente está en un estado vulnerable.
- Alex dijo que me necesitas, dime qué hacer - anunció, entrando con todo listo para hacer su magia, ojalá supiera lo mucho que amo verla con su cofia y su uniforme quirúrgico.
- Feto de 34 semanas, debo hacer una cesárea, la madre tiene problemas de coagulación y el bebé requiere una cirugía para reparar un daño por espina bífida, necesitaré suturas rápidas para evitar mayores perdidas de sangre y no conozco a nadie mejor que tú para eso - expliqué, haciendo que sus ojos se iluminaran bajo las luces del quirófano.
- Entiendo, pediré transfusiones por si la pérdida de sangre de la madre se vuelve un problema - dijo, metiéndose de lleno al caso.
No podía evitar sonreír bajo mi mascarilla, amo mi trabajo, y creo que lo único que me hace amarlo aún más es poder compartirlo con ella. Básicamente, no siento que nada en mi vida esté completo hasta que lo comparto con ella.
Cada vez que hacía algún mínimo movimiento, mis ojos volteaban a verla, me aterra que alguna afección o enfermedad pueda quitarle la felicidad que le da su trabajo. Es la persona más dedicada, talentosa y profesional que haya conocido, moriría si algo o alguien le arrebata eso, no puedo siquiera pensar en verla siendo infeliz...no puedo.
La cirugía concluyó de manera exitosa, las suturas de Meredith son perfectas, cada puntada es milimétrica y con una técnica que cualquier cirujano plástico envidiaría. Ella se encargó de mi paciente tras la cesárea mientras yo me ocupaba de reparar el daño en la columna del bebé, es algo que se vé con mucha más frecuencia en embarazos múltiples, pero aún así ya había tenido un largo historial de casos similares, mi trayectoria me tiene preparada para cualquier cosa. Salí del quirófano y desinfecté mis manos y brazos, sin dejar de pensar en el exámen de Mer, debemos hacerlo tarde o temprano, no estaré tranquila hasta saber qué sucede.
- Amo trabajar contigo - dijo ella, colocándose a mi lado para poder asearse.
- Amo todo lo que comparto contigo - dije, de la forma más cursi posible.
- Te amo - se acercó y me besó sin dejarme procesar ni por un segundo lo que iba a hacer.
- Y yo a tí - dije, con mis mejillas rojas, intentando terminar de enjuagarme antes de caer en sus encantos.
- ¿Quieres ir por algo dulce cuando salgamos de aquí? Sé que no desayunaste y no me gusta que descuides tus necesidades - dijo, regañándome con su mirada.
- Mer...aún tenemos pendiente el exámen, ya tengo todo listo, sólo necesito saber si tú lo estás - sequé mis manos y la observé, en espera de una respuesta.
- ¿Tenemos que hacerlo? - preguntó, aún sabiendo muy bien la respuesta.
- Podemos ir por algo de comer antes, pero quiero que lo hagamos hoy, los niños se irán con Archer a ver una nueva película de Disney y eso nos deja la tarde libre, tenemos que aprovechar ese tiempo - dije, apoyándome sobre el lavabo, sin dejar de mirarla.
- Bien...acabemos con ésto - resopló, agachando su cabeza, con un millón de miedos diferentes consumiendola por dentro.
Le alcancé unos paños para que secara sus manos y la esperé con una sonrisa forzada para no llenar su mente con más inseguridades. Todo lo que quiero es que ella esté bien, necesito que esté bien.
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Algo Contigo // Segunda Parte // Meddison
FanficLos años pasaron, Meredith y Addison formaron una hermosa familia y son dos de las cirujanas más respetadas en todo el país. Aún así, existen muchos desafíos por enfrentar que pondrán a prueba su amor.