4. Scream

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Matt: Diablos. Estaba tan a gusto... -Me mira con la cabeza hacia un lado.

Tn: Ay, calla. Vamos a conseguir palomitas. Es mi turno de culturizarte a ti.

Salimos de su casa y nos encaminamos a una tienda por ahí.

Tn: Hola, ¿tienen palomitas?

La señora, que tiene cara de que no podría ser más infeliz, señala un estante y vuelve a leer el periódico.

Matt: ¿Cuáles te gustan?

Veo el estante. No hay mucho de donde escoger pero están mis favoritas.

Tn: Me encantan las dulces, con caramelo y las que tienen sal.

Matt: Okay... ¿Cuáles quieres para una peli de terror?

Tn: ¿Me dejarás elegir?

Matt: Mm-hm.

Tn: Gracias. -Sonrío- Hmm... ¿Con sal?

Matt: Con sal será. -Sonríe y me toma de la mano.

Agarro dos paquetes del estante y nos acercamos a la caja.

Señora amargada: ¿Esto es todo?

Tn: Sí.

Señora amargada: Serían 3$.

Tn: Claro... -Me pongo a buscar en mi cartera (¿No mencioné que llevo una cartera? ¡Ups! Pues sí lo hago.)

Matt:-Me toca el hombro con delicadeza- Permíteme. -Le entrega un billete de 5$ a la cajera.

Tn: Pero yo...

Matt: No, sin peros. Soy un semi-caballero y te quiero invitar palomitas. ¿No se supone que estamos intentando algo?

Tn: Sí, pero...

Matt: No. Ya pagué. Son 3$, ____. No me moriré.

Tn: Está bien. -Me rindo.

Señora amargada: Su vuelto. Vuelva pronto.

Matt: Mm-hm. -Coge la plata y nos vamos.

Tn: ¿Por qué semi-caballero?

Matt: Los caballeros son gentiles con todos. Yo no. Sólo con los que quiero.

Tn: Ah.

Matt: O sea, no es que tenga que hacer un esfuerzo sobrehumano, pero es un lado de mí que no dejo que todos vean.

Tn: Soy una de las privilegiadas, entonces.

Matt: ¿Qué te hace creer eso? -Me mira con los ojos entrecerrados.

Tn: Eres lindo conmigo.-Sonríe una de esas sonrisas que te dan ganas de apapacharlo- Vi cómo trataste a Nataly, Matt, no estoy ciega. Y me dices ignorante. Eso es lo más lindo del mundo.

Matt:-Una curiosamente aguda risa se le escapa- ¿Te gusta que te diga ignorante?

Tn: Sí, pero solo tú, nadie más.-Paramos de caminar y me abraza la cintura.

Matt: Pues eres mi ignorante.

Tn: Y tú mi metalero. -Sonreímos y unimos nuestros labios en un beso juguetón.

Seguimos caminando hasta llegar a su casa.

Matt: Si bien no tengo mucho, lo que sí tengo es música y películas. Están en mi cuarto. ¿Vienes?

Ayayay, su cuarto...

Tn: Claro. -Lo sigo escaleras arriba y entramos por una puerta negra. Hay una cama con edredones negros allá, un estante lleno de música y diferentes CD's, por acá hay un librero enorme, y de un cajón saca dos cajitas circulares para discos.

No. Puede. Ser. (Matt Tuck y tú) [DESCONTINUADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora