Naruto - La historia del zorro perdido

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Ubicación no revelada

Habían pasado diez años desde que se escondió de la Aldea. Ahora se enfrentaba al "equipo de recuperación" enviado para traerlo de vuelta. Su espada estaba desenvainada y brillaba al sol. Su rostro mostraba una expresión inexpresiva, inexpresiva, que sólo mostraba hostilidad hacia su objetivo.

Al otro lado del claro cubierto de hierba se encontraban los Equipos Diez, Nueve y Ocho de la Hoja Oculta. Tenten, del equipo nueve, estaba al frente, con la espada preparada. "Naruto, es hora de volver a casa", dijo ella con calma, a pesar de la seriedad de su postura con la espada desenvainada. "¿A casa?" respondió él, sorprendiéndolos su tono. No estaban acostumbrados a esta versión seria de su amigo normalmente alegre y despreocupado, que siempre parecía sonreír a pesar de las adversidades en su contra.

"Seamos razonables", dijo Asuma Saratobe, dando un paso al frente y tratando de ocultar su sombra con sutiles movimientos estudiantiles. Sus otros compañeros también se estaban colocando en posición para completar su especialidad de captura. Suponiendo que no se diera cuenta, continuó-: La orden de destierro fue un error. Lo reconocemos, pero ahora es el momento de..."
"No", interpone Naruto mientras levanta su arma. "Tus problemas son sólo eso; son tus problemas...". Carga hacia delante, igualando la velocidad de Tenten.

El choque de espadas permitió a Tenten mantenerle en su sitio mientras los dos Hyuga se movían para flanquearle. Sin embargo, él ajustó rápidamente su choque, deslizándose a su alrededor y golpeando su nuca con la culata de su espada. Uno menos.
"Ocho trigramas..." Antes de que ninguno de los dos Hyuga pudiera moverse, se encontraron saltando al mismo tiempo que dos nuevas espadas aparecían en sus posiciones anteriores.

Naruto se encontró congelado en el lugar. "Éxito principal Kage", dijo el solitario Nara, habiendo conectado su sombra con sus antiguos compañeros. "Ahora", ordenó Asuma mientras Kiba corría hacia adelante, sello de chakra en mano. "Lo siento, tío, tienes que volver a casa", dijo, aplicando el sello al hombre que consideraba parte de su manada. Todos los demás se tomaron un momento para respirar tranquilos, sólo para ser atacados una vez más por dos clones de sombra.

Mientras Shino y Lee seguían luchando contra los dos clones, Asuma divisó a otro acechando en las sombras de la arboleda de un claro. Un rápido movimiento del cuerpo y el enemigo oculto saltó para evitar un tajo de los cuchillos de trinchera. Todos los combates cesaron mientras los tres duplicados permanecían espalda contra espalda con las espadas desenvainadas, un cuarto capturado en el suelo, pero el equipo de la Hoja no podía decir cuál era el verdadero. Justo entonces se oyó otra llamada familiar: "Kage éxito principal." Y todos los duplicados se congelaron como estatuas.

Desde la retaguardia del grupo, el solitario Nara sonrió con confianza mientras dirigía a los demás hacia delante para rodear al grupo. "Te has vuelto un poco descuidado, Naruto. ¿Has olvidado que puedo sujetarte así?".
"Algo así", respondió un Naruto, pero sólo tres notaron que algo andaba mal.
"Disipa tus clones", habló Kiba a continuación.
"Por favor, Naruto-kun..." Hinata habló suavemente.
"...sólo necesitamos que..."
Una sonrisa peligrosa apareció en los rostros de todos los clones.
"Mierda", gritó Asuma.
"¡Es una trampa!"
"Gran Explosión de Clones". Hubo una fuerte explosión.

Mientras tanto, en otro lugar...

"Oh cielos, ahora la Hoja Oculta nos persigue". Naruto gimió cuando de repente fue golpeado por los recuerdos de sus clones. "¿Nos vamos ya?" inquirió Shizuka, la princesa aparente de su aldea natal Nadeshiko, sorbiendo su té.
"Deberíamos", confirmó Naruto, mirando a sus hijos que consumían felizmente el ramen a su lado con sus sonrisas. No pudo evitar sonreír ante la inocente conversación que mantenían entre ellos, completamente ignorantes de la situación general.
"...¿pero realmente podemos interrumpirlos?" su esposa miró a su hijo e hija con una pequeña sonrisa.
"No".