1. un libro que contar

45 6 13
                                    




____







El cálido viento, cielo despejado, y justo el momento perfecto para salir de clases...

¿Verdad?

-baja de ahí!!! Porfavor!!- se decía en mente, su cuerpo temblaba, y nadie lo notaba.

Se encontraba arriba de la azotea que era simplemente el "único" ahí arriba

No había nadie que lo conociera, era aquel chico que siempre fue maltratado todo el tiempo, que ni valor tenia para contarle a sus padres todo pasaba tan rápido, incluso el calor se volvía en un ventisco frío.

Su ropa era sacudida y tambaleando caminaba sin expresión por la orilla de azotea de la escuela. Toda su alegría fue arrebatada, lanzada por el abismo.

Miraba sin algo más que hacer al bajo, y por fin salto...


...




















Esa era su perspectiva, dramática y juguetona, siempre lo jugaban, simplemente calló del segundo piso de un aula sin nadie en el.

El estruendo de choques se escuchó, que nadie a su alrededor escucho.

El quejido de ambos fue uno de dolor. Se escuchaba entre ellos dos el chillido.

- No puede ser!!- grito aquel vulpino aún con la mano en su trasero - cai de trasero

-ahg, quítate de mi espalda - dijo el contrario a este, quien estaba en el suelo con un libro botado a su lado y aquel zorro sentado en su espalda.

-ups, perdón -se apartó con el cuidado de no lastimar al contrario.

Aquel contrario se levantó, sus puas desordenadas y con hojas en ellas lo hacían ver todavía guapo.

-de dónde saliste? Saltaste del segundo piso?! -su mirada enojada hizo saltar de temor al vulpino.

-nooo, para nada - respondió con un tono el cual el contrario lo miro aún con seriedad.

-no me digas, hiciste un hoyo entre las hojas y rompiste ramas.

-ahhh, eso...- aún con ojitos miraba al contrario - cayó un pájaro -se hacia el tonto, sin ninguna razon, tal vez sospechaba de que si había caído, pero no podría argumentarlo sin el porque, aquel hoji-azul suspiro - puedes golpearme, igualmente te lastime.

Al decir eso, aquel chico ya había desaparecido, era extraño y sin duda para el vulpino.
Salió de aquel escondite de hojas aún con ellas pegadas en sus características dos colas y su pelaje.

Se sacudió y volvió dentro del aula, directo a la biblioteca.

Tal vez no funcionó, pero probablemente volvería a hacerlo.

___



Camino por la biblioteca a su pequeño escondite sin ruido y con tres libros que le interesaban, hace días que no regresaba a la biblioteca, que asta los bibliotecarios lo recibieron con una sonrisa.

Quien soy ☀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora