Minha levantó la cabeza ante el sonido de un golpe en la puerta. En realidad, era la primera vez en horas que perdía la concentración de su libro de texto avanzado.
"Oye..." Yeonghoon, apoyado contra el marco de la puerta, con una taza en la mano, preguntó mientras le dedicaba una bonita sonrisa a su hijo: "Minha, es hora de dormir. ¿Ya viste la hora?"
Minha respondió asintiendo ligeramente con la cabeza.
"Sí, papá. Sólo un momento ¿Está bien?""Te traje un té calentito, cariño. ¿Estás estudiando bien?"
Minha, a quien le entregaron la taza, sintió el calor mientras la sostenía con ambas manos. Era una medicina herbaria amarga, pero no podía quejarse de ello porque sabía que su papá la había preparado para él colocando todo su esfuerzo. En su lugar, Minha sonrió un momento mientras tomaba un sorbo y luego volvió a hablar:
"Sí, creo que es gracias a las hierbas medicinales que me da mi papá. Como duermo bien por la noche, puedo concentrarme mejor en la escuela durante el día".
"Está bien, entonces sigue tomando esto hasta que pases tus exámenes de la universidad ¿De acuerdo? Bébelo rápido y dame la taza para que pueda lavarla más tarde".Yeonghoon no podía quitar los ojos de la taza mientras Minha se bebía toda la medicina.
Finalmente, Minha se bebió el té hasta el fondo y se lo entregó a su padre. Yeonghoon sonrió en secreto y salió de la habitación sin decir una palabra más.
Y pasaron 30 minutos.Minha se lavó inmediatamente después de beber el medicamento y se acostó en la cama para intentar dormir. Pero se quedó desmayado a los 10 minutos de acostarse e incluso se encontró en un estado en el que no podían despertarlo de ninguna manera. Ni gritando o hablando cerca de su oído, ni siquiera moviéndolo. Era, en gran medida, gracias a las pastillas para dormir que Yeonghoon había agregado en secreto al té herbario. De hecho, papá calculó minuciosamente el momento en que Minha estaría inconsciente, esperó, luego abrió lentamente la puerta y entró bastante despacito. Minha dormía tan profundo que no se escuchaba ni un solo ronquido, e incluso resultó que sostenía en sus brazos el osito de peluche al que estaba unido desde que era un bebé.
Yeonghoon entonces giró la mesa de noche, que estaba cerca de su cama, y observó a su hijo: Piel blanca traslúcida, labios rojo sangre que se parecían a los de su esposa muerta, largas pestañas y un puente nasal afilado que era tan hermoso como para hacerle dudar de que era un hombre. Además, su cabello era negro como boca de lobo, igual al suyo, y le hacía comprender que su belleza en realidad no se limitaba a su linda cara. Tenía una piel impecablemente limpia, una cintura tan delgada que podría rivalizar con la de una modelo, un cuerpo delicado, y, aunque había comenzado a desarrollar características sexuales secundarias, el vello de todo su cuerpo estaba tan delgado que apenas y era visible. Sumado a eso, sus partes privadas eran de un color completamente erótico, con unos pezoncitos y unas areolas de color rosa claro que parecían hojas de cerezo caídas. Un pene pequeño e incluso, un estrecho agujero en su culo. De hecho, no era mentira decir que Yeonghoon estaba muy sorprendido por el hecho de que un niño con sus genes en realidad no se le pareciera en nada y por supuesto que eso le hizo excitarse.
Yeonghoon se subió lentamente a la cama y levantó la manta que estaba cubriendo a Minha. Vestía un pijama que consistía en una camisa de seda azul claro que papá le había comprado (Debido a que era fácil quitárselo y volver a ponérselo cuando lo visitaba en secreto) y unos bonitos bóxers negros que le llegaban hasta los muslos.
Entonces, Yeonghoon desabotonó la camisa de su hijo botón por botón con unas manos completamente expertas y unos movimientos más que familiares. La piel clara de Minha quedó expuesta en cuestión de segundos y después, lo único que tuvo que hacer fue abrir la tela de par en par y hacer que el torso del cuerpo suave y esponjoso de su hijo se extendiera por completo ante sus ojos. Dijo:
ESTÁS LEYENDO
Mi amado hijo (Traducción Finalizada)
General FictionYeonghoon solía darle a su hijo pastillas para dormir todas las noches y luego lo mandaba a la cama, con un beso, un abrazo y diciendo que era una medicina a base de hierbas que lo ayudaría a estar relajado para poder estudiar mejor al día siguiente...