𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑.

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«Un Perro Salvaje»

Después de un momento de indecisión, Satoru se despidió de Fluttershy, quien también le dijo adiós. Sin embargo, antes de que él entrara al lugar, ella lo sorprendió con un fuerte abrazo desde atrás.

La confusión lo invadió, pero no pudo evitar sentir un pequeño cosquilleo al darse la vuelta y abrazarla también. El calor y la esencia de ella lo envolvieron, y aunque no era algo que le importara demasiado, el gesto le dejó una sensación agradable.

Al separarse, Satoru le revolvió el cabello de manera juguetona, lo que hizo que Fluttershy se sonrojara y, con una sonrisa en el rostro, corriera rápidamente lejos de él. Satoru la observó alejarse, suspirando mientras entraba al edificio. Sabía que si quería un hogar y dinero, ese sería su primer paso. Con la mente enfocada y un nuevo objetivo, estaba listo para enfrentar lo que viniera en ese lugar.

Al entrar, Satoru se encontró en un ambiente bullicioso, lleno de aventureros hablando y riendo. Mientras caminaba hacia el área de inscripción, notó cómo todos lo miraban. Algunos tenían alas y mostraban una velocidad impresionante, otros eran terrenales con fuerza descomunal, y los mágicos emanaban un aura poderosa. A pesar de sus habilidades, todos lo veían como un simple niño, lo que no hizo más que reafirmar su sensación de ser un extraño allí.

Sin embargo, a Satoru no le interesaban esas cosas. Su expresión relajada y casi aburrida chocaba con la energía vibrante de los demás, que lo miraban con desdén. Pero él no se sentía intimidado; sabía que estaba allí por una razón, y eso era lo que realmente importaba.

Mientras caminaba, escuchó fragmentos de conversaciones sobre hazañas heroicas, pero no le quitaban el enfoque. Con cada paso hacia la inscripción, reafirmó su propósito: demostrar que, a pesar de ser visto como un niño, tenía su propio lugar en ese mundo lleno de desafíos.

Al llegar, Satoru fue recibido por una chica que, al verlo, se sonrojó intensamente por su apariencia. Él la miró con una ceja alzada, un poco confundido por su reacción.

Satoru Gojo: Eh... estoy aquí para inscribirme como aventurero, señorita.

Dijo con una expresión seria y relajada, sin dejarse afectar por el rubor de ella. La chica, sacudiendo la cabeza para salir de su ensoñación, se recompuso y comenzó a atenderlo. Primero le pidió su nombre y edad, a lo que él respondió con tranquilidad.

Luego, ella se dirigió hacia una esfera redonda que, según decía, podía percibir el poder mágico de cualquier ser vivo. Con un tono nervioso, le pidió que pusiera su mano en la esfera para medir su poder mágico.

Chica: Por favor, pon tu mano aquí.

Dijo, y Satoru, un poco confundido por su nerviosismo, accedió y colocó su mano en la esfera. Esta comenzó a brillar intensamente, pero cuando se detuvo, reveló que su poder mágico era cero. Tanto la chica como Satoru se quedaron confundidos ante el resultado.

Satoru rápidamente comprendió que, dado que poseía energía maldita en lugar de poder mágico, la esfera no podía detectarlo. Mientras la chica lo miraba con sorpresa, él se sintió un poco aliviado, sabiendo que su verdadera naturaleza era más compleja de lo que parecía.

La chica miró la esfera con preocupación, confundiéndose al pensar que tal vez estaba dañada.

Chica: Eso no puede ser… debe haber un error.

Murmuró, tratando de encontrar una explicación lógica. Satoru, viéndola tan nerviosa, decidió que no iba a complicar las cosas. No quería mencionar que su poder era diferente, ya que no creía que nadie en ese mundo pudiera entenderlo. En lugar de eso, decidió demostrar que la esfera no estaba rota.

¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐀𝐓𝐎𝐑𝐔 𝐆𝐎𝐉𝐎? /// My Little Pony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora