𝗠𝗶𝘀𝘀 𝗣𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 ᰔ 𝗝𝗲𝗼𝗻 𝗝𝘂𝗻𝗴𝗸𝗼𝗼𝗸

𝘖𝘵𝘵𝘰

El sol se había ocultado hace horas, dejando mi habitación en penumbras, con solo la débil luz de mi lámpara de escritorio iluminando el espacio. Mi mente estaba enredada en pensamientos mientras intentaba concentrarme en lo que quedaba del proyecto, pero la verdad era que no podía pensar en nada más que en él, en Jungkook.

Cada vez que intentaba acercarme a él, era como si una barrera invisible se levantara entre nosotros. Ni siquiera me dejaba tocarlo, y mucho menos hablar con él. Se alejaba de mí como si mi presencia le molestara, y eso me dolía más de lo que quería admitir. Sentía que cada vez que lo miraba, él se volvía más distante, como si intentara borrar la conexión que habíamos empezado a construir.

Me había convencido de que esto no me afectaba, de que podía seguir adelante sin él, pero ahora que estaba aquí, sola en mi habitación, no podía evitar pensar en todas las veces que habíamos trabajado juntos. Recordé su sonrisa burlona cuando me llamaba "princesa," cómo sus ojos brillaban con diversión cada vez que conseguía ponerme nerviosa. Incluso en esos momentos en los que me molestaba, había una calidez en su voz que me hacía sentir... especial.

Ahora, ese calor había desaparecido, y lo único que quedaba era un frío vacío en mi pecho. Intenté sacudir esos pensamientos, enfocarme en terminar el proyecto, pero cada palabra, cada frase que escribía, me traía recuerdos de Jungkook. No podía dejar de pensar en él, en lo mucho que lo extrañaba, aunque me negara a admitirlo.

Un suspiro se escapó de mis labios mientras me inclinaba sobre el escritorio, apoyando mi frente en mis brazos cruzados. No podía seguir así. Había intentado mantenerme fuerte, actuar como si su indiferencia no me afectara, pero era una mentira, y no podía seguir engañándome a mí misma. La realidad era que lo extrañaba, más de lo que quería reconocer.

Sentí un nudo formarse en mi garganta mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos. Traté de contenerlas, de mantener mi compostura, pero una de ellas se deslizó por mi mejilla, cayendo sobre el papel que tenía frente a mí. Cerré los ojos con fuerza, intentando contener las emociones que amenazaban con desbordarse, pero fue en vano. El dolor de su ausencia era demasiado fuerte, y cada recuerdo de él solo hacía que ese dolor aumentara.

No podía seguir así. Necesitaba hablar con él, necesitaba que supiera cómo me sentía. Con manos temblorosas, alcancé mi teléfono y abrí nuestra conversación. El último mensaje que habíamos intercambiado era un simple "gracias" de su parte, después de que le ayudara con el proyecto. Era un mensaje frío, distante, como si nuestras interacciones no significaran nada para él.

Respiré hondo antes de empezar a escribir, mis dedos moviéndose con lentitud mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas.

ㅡJungkook, te extraño...

Escribí, pero luego dudé. ¿Debería decirle esto? ¿Debería abrirme de esta manera, cuando él había sido tan frío conmigo últimamente? Pero no podía evitarlo, necesitaba que supiera lo que sentía, aunque él no sintiera lo mismo.

ㅡQuiero hablar contigo. Por favor.

Terminé de escribir, mi corazón latiendo con fuerza mientras miraba la pantalla. No estaba segura de si debería enviar el mensaje, pero antes de que pudiera cambiar de opinión, presioné "enviar". El mensaje fue entregado, y me quedé mirando la pantalla, esperando una respuesta que no estaba segura de si llegaría.

Los minutos pasaron, cada segundo se sentía como una eternidad mientras mi mente se llenaba de dudas e inseguridades. ¿Y si no respondía? ¿Y si lo que había escrito lo alejaba aún más? Pero no podía retractarme ahora. Había dado el primer paso, y solo quedaba esperar.

El silencio en mi habitación era ensordecedor, y me di cuenta de lo mucho que Jungkook significaba para mí. Extrañaba sus bromas, su risa, incluso esos momentos en los que me hacía sentir incómoda con sus comentarios sarcásticos. Extrañaba su presencia, y aunque no sabía cómo él se sentía, necesitaba que supiera lo importante que era para mí.

Otra lágrima se escapó de mis ojos mientras me apoyaba en la cabecera de mi cama, abrazando mis rodillas contra mi pecho. Sentía como si estuviera esperando una respuesta que tal vez nunca llegaría, pero aún así, no podía dejar de esperar. Jungkook era una parte de mi vida que no quería perder, y estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para arreglar lo que sea que estuviera mal entre nosotros.