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[Esta parte tiene contenido sexual.
Si eres menor de edad o si eres susceptible a este tipo de contenido, te recomiendo no leer. Igual sé que algunos lo harán, pecadorxs. Disfruten las imágenes mentales. Lee bajo tu propia precaución]

Mientras el abrazo se hacía más cómodo, Jaekyung se acomodó en el pecho de Dan, dejando que sus respiraciones se sincronizaran en la calma del momento.

Dan, con una suave sonrisa, comenzó a pasar sus dedos entre los mechones de cabello de Jaekyung, quien cerró los ojos y dejó escapar unos pequeños pujidos, suaves y adorables, como si fuera un cachorro satisfecho.

Esa ternura, tan opuesta a la imagen ruda e imponente que Jaekyung siempre proyectaba, le arrancó a Dan una sonrisa aún más grande.

Sin pensarlo mucho, se inclinó y le dio un beso en la frente, murmurando sin darse cuenta.

— Eres un buen chico.

Jaekyung, sorprendido y visiblemente avergonzado, apretó su abrazo, escondiendo el rostro en el pecho de Dan, como si así pudiera disimular el rubor en sus mejillas.

Dan, entre divertido y enternecido, soltó una risa suave.

— Ah, ¿el gran Joo Jaekyung se sonroja? — lo provocó, juguetón — Estás sonriendo ¿acaso te gustó que te dijera eso?

— Cállate... — murmuró Jaekyung, hundiendo aún más el rostro, aferrándose a Dan con más fuerza, casi como si fuera una fortaleza que lo privase de la vergüenza.

Dan apenas contuvo una carcajada y siguió acariciándole el cabello, sintiendo cómo Jaekyung se acurrucaba más y más en su pecho.

— Bueno, bueno, si me sigues abrazando tan fuerte, vas a tener que acostumbrarte a que lo diga más seguido... — bromeó Dan, mientras Jaekyung hacía un suave ruido de protesta, mezclado con una risa tímida.

Después de unos momentos en silencio, Jaekyung levantó la cabeza solo lo suficiente para susurrarle a Dan, con un tono bajo y sincero

—Me gustó lo que dijiste... pero ahora quiero dormir

Dan sonrió, asintiendo, y ajustó la manta sobre los dos mientras Jaekyung volvía a recostar la cabeza sobre su pecho, esta vez con los ojos cerrados y una expresión de paz en su rostro. No pasó mucho tiempo antes de que ambos se quedaran dormidos, abrazados en un descanso que parecía acunar cualquier preocupación o prisa del mundo exterior.

A medida que avanzaba la noche, también avanzaba el sueño de Jaekyung.

En su sueño, Jaekyung corría a través de las oscuras y húmedas calles de Seúl, su respiración pesada mezclándose con el sonido de la lluvia golpeando el pavimento.

Notaba sus pies descalzos y cómo las gotas de agua corrían por su piel, enfriando cada músculo en movimiento. Miró su reflejo en los vidrios de un edificio y se sorprendió: su apariencia era la de su juventud, en aquella época cruda y solitaria de peleas clandestinas. Llevaba el mismo traje de baño tipo short rojo, desgastado y raído, y sus vendajes en las manos, también desgarrados, colgaban de sus nudillos, apenas protegiendo sus manos.

Avanzó un par de pasos más y, logró visualizar una figura en la esquina de un callejón.

Frente a él, su versión adulta se encontraba recostado en la esquina, casi como una sombra espectral bajo la fría lluvia de Seúl.

Se veía agotado, desgastado.

La sangre fluía desde su hombro destrozado, mezclándose con la lluvia en un patrón de color carmesí que teñía el suelo. Con cada gota, el dolor del recuerdo cobraba vida en su rostro: aquel día cuando casi lo perdió todo. Cuando la soberbia y el orgullo lo llevaron a un evento que casi le costó la vida.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora