—Rika... te amo.
Parecían ser almas gemelas, Yuta Okkotsu y Rika Orimoto eran novios desde la tierna edad de diez años. Siempre juntos, nunca separados, eran como dos gaviotas volando acompañadas por la infinidad del cielo. Estudiaban juntos, regresaban a casa juntos, vivieron en la misma vecindad desde que tenían memoria y no existía siquiera la posibilidad de que se separasen en algún momento.
"Rika, pero, ¿ya le diste la prueba de amor a Yuta?"
Sus compañeras de clases le explicaron que, llegada una edad y teniendo novio, había una cosa que se tenía que hacer para demostrarle a ese hombre que lo amabas en serio: la prueba de amor, en donde entregabas tu alma, tu corazón y tu cuerpo a esa persona que amabas.
"Rika, tienes que darle la prueba de amor. Si no, vendrá otra que sí se la dé y Yuta te va a dejar".
"Todos los hombres necesitan tener la prueba de amor".
"No te arrepentirás, aunque te dolerá mucho".
"Yo sangré bastante, me dolió un par de horas, pero ahora mi novio y yo somos más inseparables que nunca. Creo que se quiere casar conmigo".
Casarse, inseparable y Yuta eran tres cosas que Rika Orimoto necesitaba tener a toda costa. Nadie podía tener a su novio, solo ella; nadie podía amarlo, sino ella. Yuta era suyo desde los diez años, tenía que asegurarlo aún más porque él era el muchacho más hermoso y bueno sobre la faz de la tierra, lo amaba más que a nadie, lo adoraba más que a ella misma.
Rika vivía con su abuela, una señora muy mayor que parecía detestarla, pero no lo suficiente como para echarla de casa. Igual casi nunca se veían ya que la señora era adicta a los juegos, era una de esas personas que se van desde temprano en la mañana hasta muy tarde por la noche al casino, dejando sola a su nieta casi todo el día y encargándole las labores domésticas a modo de pago por vivir gratis en su casa.
"La prueba de amor, Rika, dásela".
Casi ni lo pensó, una decidida tarde que estaba sola en casa, Rika metió a Yuta Okkotsu a su habitación, cerró la puerta con llave por dentro, buscó sus labios para besarlo como nunca antes lo había hecho y a empujones lo acostó en la cama, sacando ella misma la ropa de los dos.
—Rika... te amo.
—Y yo a ti, Yuta, te amo más que a nada en el mundo.
Yuta era un muchacho hermoso, de ojos oscuros y cabello negro, rasgos masculinos y elegantes, alto, con una musculatura atlética y algunos lunares esparcidos por el torso. Rika lo amaba cada día más, no existía un hombre tan perfecto como él.
—Cuando seamos mayores de edad nos vamos a casar, Rika. Te lo prometo.
Parecía una historia de amor con final feliz, donde dos jóvenes que se enamoraron desde los diez años lograban casarse estando en edad adulta y viviendo una vida llena de amor. Pero Rika estaba obsesionada con mantener a su novio a toda costa, siendo capaz de hacer las cosas más absurdas porque pensaba que en cualquier momento él podía cansarse de ella y dejarla.
Su temor se hizo más grande, irónicamente, años después, cuando ya vivían juntos en un pequeño departamento rentado. Todo comenzó un día que fueron al supermercado: ella y Yuta realizaban unas compras y casi sintió morirse al ver cómo él le sonreía con amabilidad a la cajera luego de pagarle. La cajera también le sonrió a Yuta y eso era un claro indicio de que se gustaban.
"Mi ex novio se olvidó por completo de mí luego de conocer a una chica, fue como si nunca existí para él", le contó una de sus compañeras de trabajo, "todos los hombres son así".
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Volver a Amar ♥ Yuta x Toge
FanfictionTras perder a su amada Rika, Yuta Okkotsu le da una oportunidad a la vida al mudarse a un apartamento en otra ciudad para empezar de cero. En este lugar vivirá con un viejo amigo, Panda, y el compañero de piso de este, Toge Inunaki, quien sin querer...