''Si estás perdido, puedes mirar y me encontrarás
Una y otra vez.
Si te caes, te atraparé, estaré esperando
Una y otra vez.''(If you're lost, you can look and you will find me
Time after time
If you fall I will catch you, I'll be waiting
Time after time)
Time After Time - Cyndi Lauper
Narrador Omnisciente
El lunes por la mañana, el bullicio habitual del colegio fue interrumpido por un anuncio inesperado. Durante el receso, antes de que los alumnos salieran del salón, Ayesha los detuvo con la excusa de tener algo importante que decir.
—¡Buenos días, fracasados! —gritó, su voz resonando entre las paredes del aula—. Tengo un anuncio emocionante que hacer.
El murmullo general se apagó de inmediato. Todas las miradas se dirigieron a ella, curiosas.
—William va a organizar la fiesta más increíble del año en su mansión, y están todos invitados. ¡Sí, lo oyeron bien! ¡Una fiesta de disfraces, este sábado! —exclamó, agitando los brazos con entusiasmo.
El aula se llenó de comentarios emocionados, con estudiantes susurrando planes, anticipando la que prometía ser la mayor fiesta de Halloween del año.
—Eso sí, lleven su propio alcohol, no sean ratas —añadió con una sonrisa pícara—. Busquen sus disfraces más originales y prepárense para una noche inolvidable.
Ayesha, satisfecha con el entusiasmo que había generado, se despidió con una sonrisa triunfante y fue a reunirse con su grupo de amigos. Sin embargo, había algo más rondando en su mente. Sabía que James no había asistido ese día al colegio, ocupado con su nuevo trabajo como guardia de seguridad, y no podía permitir que se perdiera un evento tan importante. Especialmente cuando lo veía como una oportunidad para que él y Louis se reconciliaran.
Esa misma tarde, tras las clases, se acercó a William mientras este guardaba sus libros en el casillero.
—Will, necesito un favor —dijo, con una expresión determinada.
Él levantó la vista y sonrió. —¿Qué pasa?
—Necesito la dirección de James.
William frunció el ceño y negó con la cabeza, dudando. —No estoy seguro de que sea buena idea... es información personal. Además, ¿para qué la necesitas?
—Hoy no vino, y es crucial que sepa de la fiesta. Quiero que asista. Es importante, por él... y por Louis.
El chico rubio se quedó pensativo unos segundos. —¿De verdad crees que querrá ir? Las cosas entre ellos han estado... tensas.
—Precisamente por eso. Esta fiesta podría ser la excusa perfecta para hablar, arreglar lo que sea que haya pasado —insistió ella, con firmeza.
Finalmente, William asintió lentamente al ver la determinación en los ojos verdes de Ayesha. —Está bien —respondió, mientras anotaba algo en un papel—. Pero ten cuidado, ¿sí?
Le entregó el trozo de hoja doblada, y ella lo tomó con gratitud.
Ayesha se dirigió sin demora al apartamento de James. El edificio estaba en silencio y no había señales de que él estuviera en casa. Así que decidió esperar, sentada en los escalones de la entrada, revisando su teléfono y pensando en cómo abordar la conversación.
Pasaron unos veinte minutos antes de que lo viera llegar. Caminaba despacio, con la cabeza baja y una expresión de agotamiento en el rostro. Al verla, su sorpresa fue evidente.
—¿Ayesha? ¿Qué haces aquí? —preguntó, frunciendo el ceño.
—Necesito hablar contigo —respondió ella, poniéndose de pie y mirándolo con firmeza—. William va a hacer una fiesta de disfraces este sábado. En su mansión. Todos van a ir y creo que tú también deberías estar ahí.
James suspiró, pasándose una mano por el cabello. —No estoy seguro de querer ver a Louis. Las cosas entre nosotros... no han sido fáciles. No quiero que sea incómodo para nadie.
Ayesha se acercó un paso más y apoyó suavemente una mano en su brazo. Él se tensó ante el contacto, pero no se apartó.
—Lo sé. Pero justamente por eso es importante. Podrías divertirte, hablar con él. Quizás incluso arreglar lo que sea que pasó. Todos te extrañan. Él te extraña. Y aunque no lo admitas, tú también lo extrañas.
James bajó la mirada. El peso de sus emociones se reflejaba en sus hombros caídos.
—Me siento perdido, Aye. No sé si estoy listo para enfrentar esto —admitió con voz apagada.
—No estás solo —le aseguró ella, con una sonrisa dulce—. Vamos a estar todos ahí. Y si te sientes incómodo, puedes esconderte tras una máscara. Será divertido, lo prometo.
James la miró en silencio durante unos segundos, observando la sinceridad en sus ojos. Finalmente, soltó un suspiro largo y asintió.
—Está bien, iré. Pero solo porque tú me lo pides- y porque sé que de verdad te importa.
Ayesha sonrió ampliamente, aliviada. —¡Perfecto! Nos vemos el sábado entonces. Y lleva un buen disfraz.
Se despidió con un gesto y se alejó calle abajo, mientras él la observaba desaparecer en la distancia. Aún con dudas en el corazón, James sintió un atisbo de esperanza. Sabía que la fiesta sería un reto emocional, pero también una oportunidad para sanar viejas heridas.
Aunque, tristemente, las cosas no saldrían como él esperaba.

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Solo Un Poco De Amor
RomantikLas dudas nos hacen retroceder, nos hacen sentir miedo y nos hacen sentir vulnerables. No está mal no saber que hacer y no está mal no tener siempre las respuestas, sólo recuerda que cuando te sientas tan mal como para no querer seguir recuerda que...