❝Todos los problemas de Lee HeeJin, o como ella se hace llamar; Jeon HeeJin, están comenzando a salir a la luz y por suerte o por desgracia no cuenta con el apoyo de su familia y sus hermanos, los cuales creen que la causa de su actitud de "chica pr...
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Mientras avanzábamos, sentí que mi corazón se llenaba de esperanzas. Aunque la situación con Jake había sido tensa, el hecho de estar con Ricky, lejos de la comisaría y de los problemas, me hacía sentir que todo iba a estar bien. A veces, lo único que necesitaba era la calidez de su presencia para recordar que, a pesar de todo, había momentos hermosos por vivir.
Ricky abrió la puerta y me dejó entrar primero, el umbral de su nuevo hogar irradiaba una calidez acogedora.
-¡Vaya! Es muy bonito -exclamé, maravillada por la decoración. Las paredes estaban pintadas de un suave color crema, y los muebles tenían un estilo moderno que invitaba a relajarse. La luz del atardecer se filtraba a través de las ventanas, creando un ambiente casi mágico.
-Gracias -dijo Ricky con una sonrisa, acercándose a mí. Luego me abrazó por la espalda, su calor se sentía reconfortante mientras apoyaba su cabeza sobre la mía. -Si algún día tienes problemas en tu casa, puedes venir aquí.
Sus palabras me sorprendieron. Era un gesto tan desinteresado y sincero que no pude evitar sentirme abrumada por la calidez de su apoyo. Murmuré un pequeño "gracias", sintiendo que un nudo se formaba en mi garganta. La idea de tener un refugio donde siempre podría sentirme segura y protegida era un alivio.
Finalmente, Ricky se acomodó en el sofá y puso una película. Me hizo un gesto para que me sentara a su lado, y pronto, su brazo envolvió mis hombros de manera protectora. Mientras la película comenzaba, me di cuenta de que su mirada estaba fija en la pantalla, pero mi mente no podía dejar de divagar. Pensé en lo que había ocurrido en su coche, en la tensión del momento y en las palabras que Jake había lanzado como dardos.
-¿Todo bien? -me preguntó Ricky, rompiendo mi trance.
-Sí, solo... pensando -respondí, tratando de sonreír, aunque sabía que mi expresión delataba mi inquietud.
-No te preocupes, se supone que esto es para relajarnos. -Su tono era ligero, pero noté un matiz de preocupación en sus ojos.
Me senté un poco más cerca de él, intentando encontrar consuelo en su presencia. La película se desarrollaba, pero la trama apenas podía captar mi atención. Mis pensamientos regresaron a mi primera y única experiencia; fue un momento que debería haber sido hermoso, pero se tornó en un trauma. Recordaba vívidamente cómo mi ex me había presionado, ignorando mis deseos y mis límites. El dolor de haber sido forzada a hacer algo que no quería seguía resonando en mi interior como un eco constante.
«Con el trauma que tengo con el sexo, no sé cómo he tenido el valor de hacer eso...» Pensé tímidamente.
-No quiero... para por favor... ¡Para joder!
Recordar aquello me aterrorizaba.
Sentí que Ricky me miraba de reojo, como si pudiera leer mis pensamientos. Su brazo, que solía ser una fuente de confort, ahora se sentía como un recordatorio de las vulnerabilidades que aún no había sanado por completo. Apoyé disimuladamente mi cabeza sobre el pecho de Ricky, disfrutando del latido de su corazón que resonaba como una melodía suave y reconfortante. Pasé mis piernas por encima de las suyas, buscando la calidez de su cuerpo. Era un gesto simple, pero en ese momento me sentí segura, como si todo lo que había pasado se desvaneciera por un instante.
