Darren y yo, y los otros 4.

Capítulo 5: Un día con... Parte 2.

Dilan Smith sonriente se fue hacia su casa después de que su hermano mayor pasara por el en la escuela; era un viaje corto, pues Dilan vivía en la localidad de Wellington, la misma localidad donde se encontraba la escuela. Al llegar a su casa se recostó en su cama y como de costumbre sus padres no estaban. Tomó un leve suspiro y se levantó para tomar una ducha, luego de eso y como acostumbraba a hacer se secó, dejó la toalla en la silla de su escritorio y se acostó en su cama, segundos después quedó dormido.

Dilan se encontraba en la playa junto a sus amigos, estaba disfrutando del día, los chicos reían y jugaban en el mar y la arena, su mejor amigo Darren estaba ofreciéndole unas cervezas, pero Dilan lo rechazaba, mas que todo porque estaba muy concentrado en su entrenamiento. Durante ese tiempo solo estaban 4 chicos incluyéndolo; alguien faltaba pensaba Dilan. Observa rápidamente a su grupo de amigos y sentía que alguien mas debería de estar ahí. Voltea la mirada hacia su izquierda y podía ver la gran extensión de la playa y a lo lejos pudo percatarse de una brillante luz que se acercaba a él, era tan brillante que Dilan tuvo que cubrir su rostro para no lastimar sus ojos. A medida que el brillo se acercaba, comenzaba a atenuarse y una silueta aparecía de él; estando tan cerca, Dilan pudo ver al chico con el que tanto estuvo soñando noches anteriores. Él se acercó a Dilan para saludarlo y rápidamente su mundo cambió, el día se convirtió en noche; Dilan estaba recostado en la carpa que habían construido sus amigos para pasar el día en la playa, pero al asomarse afuera pudo ver que sus amigos ya no estaban, su mirada regresó adentro de la carpa y pudo verlo, el chico que no dejaba de estar en su cabeza, al mirarlo Dilan se sorprendió, pero rápidamente entró en confianza. Ese chico de manera muy coqueta le pidió que se acercara, Dilan no podía contener sus ansias, se acercó, juntó su mano con la de él y lentamente comenzó a acercarse a sus labios, sus labios que estaba rojos y se veían algo brillantes, listos para ser besados; Dilan estaba tan cerca que podía sentir su respiración, su corazón se aceleraba entre mas cerca estaba y al fin podría sentir los labios de aquel chico por el cual suspiraba...

Dilan despertó de golpe al escuchar el sonido de su celular, era su madre que lo estaba llamando. Tomó el móvil y habló con su madre la cual quería avisarle que pronto estarían en casa y que se arreglaran porque saldrían a comer. Dilan aceptó la invitación de su madre y colgó poniendo el celular de vuelta en su sitio.

Todo había sido un sueño, pero la realidad de ese sueño aún estaba viva, Dilan se giró quedando boca arriba en su cama mientras colocaba sus manos detrás de su cabeza y mirando al techo sonriendo, cerró los ojos y siguió imaginando ese sueño que lo tenía con el corazón acelerado. Dilan se sonrojaba y se reía imaginando esa escena hasta que su hermano entró de golpe a su habitación.

- ¡Dilan! Papá llamó... - Dijo su hermano mientras Dilan se recuperaba del susto que había tenido por ver que su hermano entrara de esa manera en su cuarto.

- ¡¡¿Qué demonios te pasa?!! ¿Por qué entras así? Le contestó Dilan retrayendo un poco su cuerpo pues estaba desnudo –

- Ay, que niñita eres solo te venía a avisar... - se detuvo su hermano cuando miró detenidamente a Dilan.

- Espera, ¡¡¡¿Qué?!!! ¿te estabas masturbando? -

- ¿Qué? ¡¡No!! ¿por qué dices eso? – Le respondió Dilan a su hermano extrañado y algo enojado por la pregunta.

- ¡Tienes una erección! - respondió su hermano

al decir eso, Dilan mira hacía su entrepierna dándose cuenta que si tenía una erección, completamente avergonzado, Dilan toma su cobija y se tapa sus partes mientras se sonrojaba. Por su parte su hermano comenzó a burlarse de él a lo cual Dilan le grita que se largue de su habitación.