27

565 60 13
                                    


Capítulo 27: Otro alfa.


Jimin se levantó muy temprano esa mañana, sintiendo la necesidad de despejar su mente y, sobre todo, de estar lejos de Yoongi. La noche anterior lo había dejado inquieto, con pensamientos enredados que no lograba procesar del todo. Sin decir una palabra a nadie, se dirigió al jardín, esperando encontrar un poco de paz entre los árboles y el aire fresco.

Al salir de la casa, observó que la decoración para el evento del aniversario ya había comenzado. Personas iban y venían, ajustando detalles, pero Jimin no tenía ánimo de estar cerca del bullicio. Así que, en lugar de quedarse en la zona principal, decidió aventurarse más allá, explorando los rincones menos transitados del jardín.

El lugar era inmenso, más de lo que había imaginado. Caminó por diferentes senderos bordeados de flores de todos los colores, sintiendo el aroma fresco de la mañana mezclado con el perfume de las plantas. A lo lejos, divisó una escultura, una estatua que llamó su atención. Curioso, se acercó, notando que era un ángel arrodillado, con sus alas extendidas hacia el cielo. Pero lo que realmente lo fascinó fueron unas gotas brillantes que caían de los párpados de la estatua, como si estuviera llorando.

Cautivado, Jimin extendió la mano, a punto de tocar el ángel, cuando una voz lo detuvo en seco.

—Está fresco, recién pintado —dijo un joven que vestía un overol manchado de pintura, mientras se acercaba con una sonrisa fácil y segura.

Jimin retiró la mano inmediatamente, sorprendido por la intervención. El joven, que no parecía mucho menor que él, se acercó con pasos tranquilos pero firmes, claramente acostumbrado a moverse con confianza. Su cabello oscuro caía sobre su frente, y en sus ojos había una chispa de picardía.

—Oh, lo siento —se disculpó Jimin, un poco avergonzado—. No me di cuenta... —se detuvo, mirando a su alrededor, y luego preguntó—: ¿Trabajas aquí?

El joven sonrió de manera encantadora, sus ojos brillando con una mezcla de osadía y carisma. Se encogió de hombros mientras se quitaba el guante de trabajo que tenía en una mano.

—Algo así...—respondió, observando a Jimin con más atención, como si evaluara cada detalle. Al notar que sus manos estaban desnudas, sin anillo, su sonrisa se amplió un poco más—. Soy Jungkook.

—Jimin —se presentó el omega, algo tímido bajo la mirada directa de Jungkook, pero sin poder evitar notar lo atractivo que era el extraño.

—Un placer conocerte, Jimin —dijo Jungkook, inclinando un poco la cabeza antes de añadir con un tono juguetón—. ¿Te gustaría ayudarme un poco? Siempre es bueno tener compañía mientras se trabaja.

Jungkook parecía estar disfrutando de la conversación, y había algo en su postura relajada y en la manera en que lo miraba que le hacía sentir a Jimin un cosquilleo de nervios. No era una mirada invasiva, pero sí tenía una pizca de atrevimiento, como si el alfa supiera exactamente el efecto que causaba.

—Oh, yo no sé nada de esto —respondió Jimin, bajando un poco la mirada y riendo suavemente, aunque sin moverse de su lugar.

—Eso no importa —dijo Jungkook, sonriendo ampliamente—. No necesitas saber nada para ayudarme a pasar un buen rato. Además —añadió, con un guiño— alguien tan lindo como tú seguro atrae buena suerte en el trabajo.

Jimin sintió cómo el calor subía a sus mejillas. Jungkook era claramente un alfa osado, con una personalidad arrolladora que combinaba a la perfección con su apariencia varonil. No parecía el tipo de persona que se intimidara fácilmente, y la forma en que se desenvolvía, con esa mezcla de diversión y seducción, hacía que Jimin se sintiera un poco nervioso, pero a la vez intrigado.

I LOVE YOU, BOY | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora